Título: Yakuza Like a Dragon.
Desarrollador: Ryū ga Gotoku Studio.
Fecha de lanzamiento: 16 de enero de 2020.
Género: RPG.
Plataformas: PlayStation 4, PlayStation 5, XBox One, XBox Series X y PC. (Jugado en PC)
Duración: 45 hs.
Sinopsis: «Ichiban Kasuga, un matón de bajo rango de una familia yakuza inferior de Tokio, se enfrenta a una sentencia de 18 años de cárcel por un crimen que no cometió. Sin perder su fe jamás, cumple lealmente su sentencia y vuelve a la sociedad solo para ver que nadie le espera afuera, y que su clan fue destruido por el hombre a quien más respetaba.
Confundido y solo, comienza una misión por descubrir la verdad detrás de la traición de su familia y recuperar su vida, convirtiéndose, de paso, en un inusual héroe para los marginados de la ciudad.»

Hay sagas que con el paso de los años terminan evolucionando y convirtiéndose en algo radicalmente diferente de lo que fueron en un principio. Quizás uno de los mejores ejemplos de esto sea el RPG de mazmorras Madō Monogatari, creador por Compile que se terminaría transformando en Puyo Puyo una de las sagas de juegos de puzzles más conocidas del planeta. Algo parecido le pasó a otra saga de SEGA como fue Yakuza quienes en los últimos años pasaron del Beat ‘em up a juegos RPG y Like a Dragon fue el primero en apuntar a ese cambio.
Yakuza Like a Dragon comenzó como un juego tradicional de la saga. Sin embargo con el paso del tiempo se decidió que sería mejor un cambio a un sistema de juego RPG por turnos, en vez de un juego de acción, para reflejar la diferente personalidad del protagonista. Lo curioso de todo esto es que SEGA se contactó con Yuji Horii (creador de Dragon Quest) para pedirle permiso para usar el nombre de su juego en Yakuza, algo sumamente curioso porque Dragon Quest nunca salió en una consola de SEGA lo que habla de la popularidad de la saga en Japón.
La historia de este juego nos presenta a un nuevo protagonista: Ichiban Kasuga, un joven yakuza perteneciente a la familia Arakawa del Clan Tojo. En 2001 Ichiban es llamado por el patriarca de la familia, quien le pide que confiese el asesinato de su capitán, Jo Sawashiro, un crimen que Ichiban no cometió. Sin embargo Ichiban ve a Masumi Arakawa (jefe de su familia) como un padre y gracias a este sentido del deber y de la obligación termina confesando un asesinato que no cometió.

Durante los próximos 18 años Ichiban pasará en la cárcel esperando que sea el momento de regresar a las calles y de reunirse con el resto de la familia Arawaka. Sin embargo, las cosas no son como él esperaba. Primero descubrirá que el Clan Tojo ya no existe y que en su lugar se encuentra la rival Alianza Omi. Lo peor de todo esto es que cuando Ichiban intenta encontrar respuestas con su antiguo jefe descubrirá que la familia Arakawa se unió a la Alianza Omi traicionando a su propio clan y desconociendo a Ichiban.
Aquí es que nuestro protagonista empezará a investigar con la ayuda de Koichi Adachi, un policía entrado en desgracia, que fue lo que pasó con el Clan Tojo y cuales son los intereses de la unión de la Familia Arakawa con el resto de los Omi. En esta investigación los dos hombres se infiltran en una reunión de la Familia Arakawa y llegan a estar cara a cara con el mismísimo Masumi Arakawa. Sin embargo el hombre sorprende a todo el mundo cuando saca su arma y le dispara a Ichiban en el pecho.
Tres días después Ichiban despierta en las calles de Ijincho (en Yokohama e inspirada por el distrito real de Isezakichō). En este lugar es rescatado por un indigente llamado Yu Nanba. Nanba le explica a Ichiban que en Ijincho está en un lugar seguro porque la ciudad está controlada por tres grandes grupos criminales (el clan Seiryu de la Yakuza, la mafia china de los Liumang de Yokohama y la mafia coreana de los Geomijul). Estos tres grupos tienen límites estrictos en cuanto a territorios y se encargan de eliminar a cualquiera que intente controlar Ijincho, por lo que la Alianza Omi no puede tocar a Ichiban acá.

Aquí es donde el juego realmente empieza y donde vemos como Ichiban y Nanba empiezan a buscar una forma de conseguir un trabajo honesto que los saque de la indigencia. Este trabajo se encargará de la limpieza de un soapland (un tipo de prostíbulo japonés donde los hombres pueden tomar baños y bañar a las prostitutas). Sin embargo cuando el dueño del soapland aparece asesinado, Ichiban empezará a investigar el asesinato y descubrirá que el principal sospechoso es Akira Mabuchi, uno de los jefes de los Liumang de Yokohama. Por lo que rápidamente se verá envuelto en la vida criminal de Ijincho y empezará a conocer que «Los Tres de Ijin» (nombre por el que se conoce a las tres mafias locales juntas) parecen tener muchos más secretos y conspiraciones de lo que parece.
En este viaje Ichiban empezará a descubrir diferentes tipos de conspiraciones y situaciones. Desde una residencia de ancianos que asesina a los ancianos cuyas familias ya no pueden pagar la estadía, hasta un grupo conocido como Bleach Japan que milita contra la corrupción de la Yakuza pero que además parece tener lazos con políticos y con la alianza Omi. En estas investigaciones Ichiban conocerá a Saeko Mukoda, la hermana de una de las prostitutas del soapland que decide ayudarlo cuando descubre que el dueño falleció. También tendremos a Eri Kamataki, una vendedora de una tienda que está cerca de la quiebra y que se une al grupo si Ichiban la ayuda a remontar económicamente.
Sin embargo uno de los grandes logros de este juego es la habilidad que tiene Ryū ga Gotoku Studio para hablar de temas serios mientras se usa el humor. Creo que muchas veces los juegos sobre criminales terminan romantizando sin querer el mundo criminal, este Yakuza (y creo que todo el resto de la saga) no tiene miedo en empaparse de crítica social y de hacer un análisis visceral de la sociedad japonesa. Un gran ejemplo de esto es cuando se habla del villano final de este juego (no voy a decir su nombre) como un político que pertenece al Partido Liberal Civil de Japón. Este partido tiene lazos extremadamente fuertes con la Yakuza y se mantuvo en el gobierno Japonés desde su fundación utilizando ese poder. Esto es una bomba porque en la vida real tenemos al Partido Liberal Democrático, un partido que estuvo en el gobierno japonés desde su fundación de forma casi ininterrumpida y que no solo tienen un nombre parecido sino que usa los mismos colores.

Por el otro lado la historia tampoco tiene miedo en meterse a hablar de cómo las personas que son excluidas de la sociedad terminan involucrándose en grupos criminales y como el contexto del nacimiento y el entorno terminan determinando quién es cuando crece. Esto se ve claramente en muchas de las personas que interactúan con Ichiban y que lo ayudan a lo largo del juego, siendo todas personas discriminadas por la sociedad que están buscando una forma de levantarse. Pero se ve mucho más claro en el personaje de Ichiban.
Ichiban nació siendo hijo de una prostituta y siendo criado por las otras prostitutas del prostíbulo donde trabajaba su madre. Sin embargo Ichiban pasaba todas las tardes de su juventud jugando Dragon Quest y soñando que a pesar de sus humildes orígenes podría ser un héroe para las personas de su ciudad y ofrecerles una mejor vida. Lamentablemente esta falta de oportunidades lo llevó por una vida criminal y uniéndose a la Yakuza, a pesar de esto Ichiban nunca dejó de soñar con ser un héroe y utilizar su rol en esta organización criminal para hacer el bien.
Es esta imaginación e influencia de Dragon Quest por lo que Ichiban se imagina las peleas como si fueran un combate por turnos (y el por qué nosotros vemos este juego como un combate por turnos). Esto hace que en la práctica todos los combates sean por turnos y podamos seleccionar a cuatro personajes con sus habilidades para luchar contra los enemigos. Aquí cada uno tendrá habilidades únicas (dependiendo del job que le equipemos), podremos usar objetos e incluso tendremos un modo de «mercenarios» con el que podremos pedir la ayuda de poderosos personajes (que en la práctica funcionan como los summons de Final Fantasy).

El sistema de combate se complementa con ataques que pueden dañar a todos los enemigos en un área, la posibilidad de que nuestro personaje agarre ciertos objetos del ambiente para golpear a sus enemigos, e incluso tener unos super ataques donde veremos una graciosa animación y con el que podremos hacer mucho daño.
Además de esto cada personaje tendrá una clase que podrá elegir y con la que desarrollará ciertas habilidades (a pesar de ya cada uno tener sus habilidades propias) lo que lo hace muy parecido al sistema de Dragon Quest. Estas clases pueden cambiarse en cualquier momento y hacen que realmente podamos dar la forma que queramos a nuestros personajes.
Yakuza Like a Dragon es un juego sumamente gracioso y se dedica a hacer un homenaje y una parodia de situaciones típicas de los RPG. Si bien ya hable de las clases y de las invocaciones, la referencia que se lleva el premio más grande es la del doctor Sujimon. Este ridículo personaje es un investigador que nos da la misión de completar la Sujidex, una enciclopedia de todos los delincuentes y criaturas que nos encontraremos a lo largo de toda esta aventura. Lo más divertido es que Ryū ga Gotoku Studio no tenía que ir tan lejos para hacer guiños a Dragon Quest, Final Fantasy y Pokémon, pero sin embargo lo hicieron y como fanático de las tres sagas lo agradezco mucho.

Donde Yakuza Like a Dragon falla un poco es en su ritmo de juego. Hay un punto de la historia donde Ichiban necesita conseguir nada más ni nada menos que un millón de yenes. Lo que nos obligará a farmear un montón de dinero, jugar el minijuego de gestión (part-time hero) o completar la misión opcional de encontrar las estatuas de los Kappa por todo Ijincho. Esto, sumado a que las mazmorras pueden resultar un poco largas y aburridas (al ser simplemente avanzar de un punto al siguiente) hace que quizás no sea el juego con el mejor ritmo y que hay veces que la historia se tranca un poco. Sin embargo es en la mayoría de sus momentos cuando uno se termina enamorando de estos personajes y sus aventuras.
Gráficamente estamos frente a un juego hermoso y con un nivel gráfico muy alto, lo que hace que ver sus cinemáticas, explorar Ijincho y disfrutar de las peleas sean un verdadero placer a lo largo de las 45 horas que dura esta aventura. Si bien ya dije antes que la región del juego está basada en lugares reales, es esa fidelidad gráfica la que realmente hace que explorar Ijincho se sienta como realmente visitar una ciudad japonesa real y donde dan ganas de perderse y explorar cada rincón.
El aspecto musical del juego era una de las cosas por las que más intriga tenía. Los RPG suelen tener una excelente banda sonora, pero al ser Yakuza una saga que comenzó como Beat ‘em up me daba mucha intriga saber cómo adaptaran su música a un gameplay más pausado y por turnos. Sin embargo Ryū ga Gotoku Studio lanzó un ejército de compositores como Hidenori Shoji, Yuri Fukuda, Saori Yoshida, Chihiro Aoki, Hyd Lunch, 83key, ZENTA ,Tomoyuki Tanaka, Yusuke Takahama y Kiyo para crear una banda sonora sumamente memorable y que seguí tarareando semanas luego de terminar el juego.

Para cerrar, Yakuza Like a Dragon no sólo es un gran juego sino que es una historia que creo que debe ser presenciada por todos (en especial por su gran nivel de crítica social y de usar el humor para hacerte pensar). Pero además es un gran RPG y una gran puerta de entrada a la saga Yakuza, ahora quiero ir a jugar los juegos anteriores para seguir sumergiéndome en este mundo y disfrutando del resto de sus personajes.

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