Título: Final Fantasy VII Remake Integrade.
Desarrollador: Square Enix.
Fecha de lanzamiento: 2 de abril de 2020.
Género: RPG.
Plataformas: PlayStation 4, PlayStation 5 y PC. (Jugado en PC)
Duración: 33 hs.
Sinopsis: «Cloud Strife, exmiembro de Soldado, se adentra en la ciudad del mako, Midgar. El mundo del clásico juego FINAL FANTASY VII renace con gráficos de última generación, un nuevo sistema de combates y una aventura adicional con Yuffie Kirasagi como protagonista.»

A lo largo de los últimos meses estuve realizando un viaje personal a través de la saga Final Fantasy y llegué a un punto donde me choco con un juego que ya había jugado y que ya reseñó en el blog: Final Fantasy VII. Es por esto que esta vez se me ocurrió que era una buena idea aprovechar su remake para visitar esta historia con una nueva capa de pintura, una capa de pintura que tiene aspectos muy novedosos pero que lamentablemente hace algunas cosas peor que el juego original.
Final Fantasy VII fue un juego extremadamente importante para la historia de su saga, de su género e incluso de la consola en la que salió. Su lanzamiento marcó un antes y un después en la popularidad de los RPG japoneses dentro de los mercados occidentales y el comienzo de una asociación entre Squaresoft y Sony que llevó a que la saga siempre salga primero en consolas de PlayStation (a pesar de que eventualmente suelen salir en otras plataformas). Con estos cambios se entiende que sea un juego que haya tenido altísima prioridad para un remake.
Sin embargo Final Fantasy VII no tuvo un remake del tipo que todos nos hubiéramos imaginado (o del tipo que tuvieron otros Final Fantasy). Esta vez no sería un RPG por turnos, sino un RPG de acción y la historia estaría dividida en tres juegos separados siendo este primero sólo dedicado a la porción de Midgard del juego original. Además este juego no se limitaría a copiar lo que pasó en el primer juego, sino que agregaría tramas, profundidad a ciertos personajes y bosses creando una nueva versión de la historia que rompa con lo esperado y cree algo novedoso para quien ya jugó el original y quiera experimentar algo nuevo.

Al igual que con el juego original, la historia comienza cuando el grupo ecoterrorista Avalancha contrata los servicios de un ex integrante de Soldado, Cloud Strife. Cloud se une a este grupo intentando cobrar algo de dinero para poder sobrevivir y no parece interesado en los intereses políticos de Avalancha. Esta vez la misión es infiltrarse en un reactor de Mako y poner una bomba para destruirlo. En este universo existe una compañía de electricidad llamada Shinra que extrae el Mako del planeta para producir electricidad. Shinra se hizo rica con la explotación de este recurso natural y generó una sociedad distópica donde ellos tienen todo el poder y explotan a las personas de los estratos más bajos.
Esta situación de una Shinra todopoderosa fue lo que llevó a que grupos como Avalancha se animen a luchar contra ellos y a destruir los reactores de Mako. El grupo con el que va Cloud está liderado por Barret Wallace y es considerado como una paria dentro de Avalancha. Si bien Avalancha en general está en contra de Shinra, el grupo de Barrett se ve como un grupo radical dispuesto a extremos como el atentado de la bomba. Es en esta misión que vemos a Cloud interactuar con sus nuevos compañeros y ser atacados por Shinra. La gran diferencia con el juego original es que esta vez Shinra logra potenciar la explosión y la destrucción en el reactor dejando a Avalancha como un grupo extremista que está dispuesto a destruir media ciudad con tal de conseguir sus objetivos.
Todo esto empieza a potenciar los cambios de este remake frente al juego original. Si, Cloud debe huir sólo y se encuentra por primera vez con Aeris como en el juego original. Pero aquí empezamos a ver cómo el protagonista tiene flashbacks de diferentes momentos de su vida antes de empezar el juego y como se introduce a Sephiroth a esta versión de la historia. Es también aqui´que empezaremos a ver extraños espectros negros que van guiando a nuestros personajes e interviniendo a lo largo de la historia. Estos espectros no aparecían en el juego original y son quizás la parte más importante de lo que introduce la trama del juego.

A diferencia de otras reseñas del blog, no voy a entrar en detalles de la trama porque creo que Final Fantasy VII Remake tiene cambios con respecto al original, pero casi todos estos cambios están pensados para que sean sorpresas para los jugadores que ya conocen el original. Es por esto que creo que no vale la pena entrar en detalles de lo que pasa en la etapa de Midgard, porque a grandes rasgos sigue siendo igual que en Final Fantasy VII.
Donde sí tenemos algunos cambios es en el tiempo que reciben en pantalla ciertos personajes. Final Fantasy VII incluía algunos personajes de Avalancha que formaban parte del grupo pero no de nuestra party de personajes jugables. Jesee, Biggs y Wedge están desde el primer juego pero difícilmente uno pueda llamarlos personajes completos en esa versión. Aquí realmente conocemos sus intereses, sus motivaciones y lo que los lleva a luchar con un nivel de detalle nunca antes visto en sus historias. Creo que este es uno de los puntos positivos del remake y es como profundiza en darle una personalidad, una historia y una trama propia a personajes que el juego original consideró como secundarios.
Esto también va de la mano con los «villanos menores» de Final Fantasy VII, más que nada si hablamos de los Turcos quienes realmente se sienten como los principales villanos de esta entrega. De la mano con esto tendremos a los directores de Shinra teniendo mucha más importancia y peso, con Scarlet, Rufus, Heidegger y el presidente Shinra volviéndose los verdaderos villanos de esta primera entrega y cada uno brillando de forma estelar a lo largo del juego (y en el caso de Scarlet en el interludio de Yuffie).

Sin embargo, Final Fantasy VII Remake se olvidó de darle el mismo desarrollo y personalidad a ciertos personajes que en el juego original conoceremos mucho más tarde en la historia. Advierto que este párrafo tendrá spoilers, por lo que si quieren reservar las sorpresas salteen el resto del párrafo. Final Fantasy VII Remake tuvo la mala idea de incluir personajes como Jenova o a Sephiroth como el boss final de este juego. Entiendo que Square Enix haya pensado que es importante tener un boss importante como jefe final, sin embargo la pelea con Sephiroth y con Jenova parece salida de la nada y se siente como fanservice para quien haya jugado la entrega anterior. Esto se ve aún potenciado con la aparición de Zack Fair en una cinemática y con escenas que muestran momentos icónicos del juego original.
Final Fantasy VII Remake no parece un remake diseñado con la idea de actualizar una versión de un juego anterior para las nuevas generaciones. Sino parece un producto pensado para fan del juego anterior y requiere comprender el juego original para siquiera saber con quién estamos peleando o que es lo que estamos viendo en pantalla. Soy consciente que este es un juego que será publicado en varias entregas y que Square puede haber decidido crear misterios a propósito para que los nuevos jugadores vayan descubriendo a medida que se avanza en la historia. Sin embargo no puedo evitar pensar que el propósito del juego es mostrar fanservice sin ningún tipo de contextualización porque asume que quien lo va a jugar ya conoce el contexto por los juegos anteriores.
Este problema viene de la mano con otro de los grandes problemas del juego y es su linealidad. Una palabra que lamentablemente se repite mucho en la saga de Final Fantasy es el término «pasillero» y se suele usar para describir a Final Fantasy XIII por su falta de caminos abiertos. Si bien aún no jugué Final Fantasy XIII para comprobar esto con mis propios ojos, esta es la sensación que me dan los mapas de Final Fantasy VII Remake, mapas donde es muy común ir de un lugar al otro siguiendo un sólo pasillo que casi no tiene desviaciones (y si las tiene son mínimas). Puedo entender que Squaresoft haya decidido mantener esto porque el juego original de Final Fantasy VII también era lineal en la sección de Midgard. Sin embargo hay una gran diferencia entre una sección de 2 horas que te enseña a jugar y un juego de casi 40 horas de duración. En el juego original era necesario guiar al jugador porque estaba empezando a aprender como jugar este tipo de entregas. En el remake ya estamos jugando hace más de 30 horas, es un poco triste que la mazmorra final se mantenga sumamente lineal y guiándonos por la mano como si fuera el edificio de Shinra del Final Fantasy VII original.

Otro aspecto interesante del remake es su sistema de combate. Final Fantasy VII Remake cuenta con un sistema de RPG de acción donde debemos pelear en tiempo real con nuestros personajes. Pero además de esto por cada golpe que demos a nuestros enemigos iremos cargando un poco la barra de acción. Cada personaje tiene una barra de acción que al llegar a cierto punto podremos utilizar o habilidades propias de nuestros personajes o un hechizo o un objeto. Las habilidades propias de los personajes no requieren MP y para desbloquearlas es necesario usar ciertas armas especiales. Los hechizos requieren que equipemos ciertas materias en las armas o en equipamientos de nuestros personajes (igual que en el juego original) y gastarán nuestro MP. Además en cierto punto de los combates con jefes podremos usar una invocación, esta vez sólo podremos usar una invocación en algunos momentos puntuales de combates con jefes y sólo equipar una invocación por personajes.
Este sistema de combates hace que sea muy similar a lo que entró Square hace tantos años con el sistema de Final Fantasy Adventure o Secret of Mana, teniendo una versión de un combate de RPG de acción pero que a la misma vez imite al ATB dandonos un tiempo donde no podremos utilizar poderes. Este enfoque hace que se genere un ritmo muy interesante en los combates y que debamos esperar antes de realizar un nuevo poder, lo que nos obliga a ser bastante estratégicos a la hora de usar hechizos porque quizás no nos de el tiempo para tirar un hechizo de cura si nos gastamos toda nuestra barra de actividad.
Además de todo esto Final Fantasy VII Remake mantiene los ya clásicos Limit Breaks. Sin embargo al estar en un mapa tridimensional los mismos funcionan un poco extraños y un poco difícil hacerlos funcionar bien. Mientras algunos ataques como el de Cloud y el de Barret pueden golpear a los enemigos sin necesidad de atacarlos desde cierta distancia el de Tifa necesita estar cerca del enemigo para hacer contacto. Este cambio me pareció sumamente innecesario y ridículo si tomamos en cuenta que estamos gastando todos nuestros recursos para hacer un ataque sumamente poderoso y en una necesidad extrema para nuestro personaje. Lo más triste de todo es que uno no se da cuenta de esto hasta que hace un limit break de Tifa y el golpe falla.

Gráficamente Final Fantasy VII Remake es un hermoso juego y realmente su equipo logró traer mucha vida y muchos detalles al mundo que conocimos en la entrega original. Midgard realmente se siente como una ciudad y uno puede comprender cómo funcionan las vidas de sus habitantes a medida que exploramos y conocemos sus calles. Además de esto hay muchos detalles mínimos que lo hace un juego sumamente atractivo como la posibilidad de ver las materias engastadas en las armas y equipamientos de nuestros personajes y como las cinemáticas le dan más vida y personalidad a los protagonistas.
Uno de los aspectos más interesantes de este juego es la vuelta de Nobuo Uematsu a la batuta de compositor para esta entrega. Si bien Uematsu abandonó Square-Enix en 2004 se mantuvo en contacto con el equipo de Final Fantasy y participó en algunas composiciones para algunos juegos a lo largo de los años. Sin embargo esta vez volvió a la carga para regrabar sus icónicas composiciones y creando un trabajo en conjunto con Yoshinori Kitase, alguien con quien no trabajaba desde el lanzamiento de Final Fantasy IX. Además tengo que aplaudir a Uematsu por la inclusión de nuevas composiciones de temas del juego original que suenan luego de abandonar Midgard pero en otros estilos. Esto hace que podamos ir coleccionando canciones como la de Costa del Sol o de Cosmo Canyon en estilos tropicales y metal a lo largo del juego, dándonos una leve visión de otros lugares del mundo de Final Fantasy que lamentablemente no veremos en esta entrega.
Final Fantasy VII Remake es una nueva versión del juego original pero lamentablemente tiene como público objetivo a alguien que haya jugado el juego original antes. Esto hace que no sea una buena forma de conocer el mundo de Final Fantasy VII para alguien nuevo a esta entrega. Esto es una lástima porque creo que el juego hace muchas cosas bien, pero son sus errores y extrema linealidad los que hacen que por momentos el juego no sea tan divertido como podría haberlo sido. Creo que cualquier fanático de Final Fantasy en general y de Final Fantasy VII en particular lo puede jugar y disfrutarlo un montón. Lamentablemente es un juego con bastantes aspectos negativos que hacen que no brille por luz propia.

Cuando juegues FF13 vas a sentir lo mismo sobre los pasillos, al menos hasta donde jugué es igual que este.
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Ay no me digas eso, igual me da mucha intriga jugarlo para ver si es tan merecido el hate o se disfruta igual.
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Esta divertido, el sistema de combate no me convence del todo, peto el juego más allá de eso y ser pasillero es un buen juego. Pero te digo no lo terminé, debería.
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