Título: Final Fantasy IV.
Desarrollador: Square.
Fecha de lanzamiento: 19 de julio de 1991.
Género: RPG.
Plataformas: Super Nintendo, PlayStation, WonderSwan Color, Game Boy Advance, PlaySation Portable, PC, Android, IOS, Nintendo Switch y PlayStation 4. (Jugado en Android)
Duración: 22 hs.
Sinopsis: «El rey de Baronia ha enviado a sus mejores barcos voladores, las Alas Rojas, a atacar a los países vecinos. Turbado por su misión, Cecil, caballero oscuro y capitán de las Alas Rojas, decide enfrentarse a la tiranía de Baronia en compañía de su amigo de confianza y de su amante. En su búsqueda de los Cristales, Cecil debe recorrer el mundo entero y el inframundo, llegando hasta la Tierra de Invocación e incluso hasta la Luna. Une fuerzas con el draconarius Caín, la maga blanca Rosa, la invocadora Rydia y muchos otros aliados valiosos.
FFIV es el primer título que introdujo el sistema de batalla en tiempo continuo, donde el tiempo pasa durante el combate y se transmite una sensación de premura. Gracias al éxito del juego, este revolucionario sistema se implementó en muchos de los títulos sucesivos de la serie.»

Luego de un tiempo sin hablar de Final Fantasy llegó el momento de volver a reseñar algo de la saga, esta vez uno de sus juegos más importantes siendo no sólo el salto a la generación de 16 bits sino una de las entregas más importantes y queridas de la saga.
Hablar del desarrollo de Final Fantasy IV es algo sumamente interesante. Durante los 80 y los 90 el género de los RPG explotó en Japón y para sumarse al éxito que estaba teniendo la saga Dragon Quest muchos desarrolladores decidieron empezar a crear RPGs. Uno de estos desarrolladores que saltó al tren de este tipo de juegos fue Square, sin embargo para principios de los 90 ya no era el pequeño estudio que estaba intentando sobrevivir sino que era considerado como el segundo mejor desarrollador de estos juegos (detrás de Chunsoft y Enix). Es por esta reputación que apenas se publicó Final Fantasy III el equipo decidió anunciar que ya estaban trabajando en los dos siguientes juegos.
Estos dos juegos serían Final Fantasy IV para la Famicom y Super Final Fantasy para la Super Famicom. Sin embargo al poco tiempo se dieron cuenta que no tendría sentido seguir apuntando a la Famicom cuando la Super Famicom ya estaba en el mercado, y algunas otras sagas como Phantasy Star ya habían lanzado juegos para consolas de 16 bits. Esto hizo que el proyecto de Final Fantasy IV cambiará de un RPG con enfoque en clases y personalización para la NES (algo muy similar a Final Fantasy III) en un juego enfocado en la historia y que sería el encargado del salto generacional para la franquicia. Esta decisión hizo que Final Fantasy IV haya sido uno de los juegos más vendidos en la consola en ese año, principalmente porque Dragon Quest no pegaría ese salto hasta más de un año después con su quinta entrega.

También es importante resaltar que durante estos años los equipos de desarrollo de Square se habían expandido un montón. No sólo estaban trabajando en dos Final Fantasy principales, sino que habían desarrollado los dos primeros juegos de la saga SaGa (conocidos en occidente como Final Fantasy legends) para la Game Boy y un mes antes del lanzamiento de Final Fantasy IV se lanzó Final Fantasy Adventure (primer juego de la saga Mana) también para la portátil de Nintendo. Estos dos juegos no sólo necesitaron tiempo en desarrollarse sino que muchos de sus desarrolladores más importantes eran parte del equipo de desarrollo de Final Fantasy, como Akitoshi Kawazu (quien diseñó el sistema de combate de los primeros Final Fantasy) y Koichi Ishii (diseñador de personajes y creador de los chocobo y moguri).
Sin embargo, con dos proyectos a la vez y personas importantes enfocadas en otros proyectos Final Fantasy IV se terminó en menos de un año. Un logro extremadamente importante si tomamos en cuenta que estaban trabajando en dos juegos a la vez, para una consola nueva y con personas importantes de su equipo faltantes. Esto puede parecer menor pero es importante resaltarlo porque demuestra la versatilidad del equipo de Final Fantasy, un equipo que durante los años siguientes se volverían maestros en hacer malabares con varios proyectos a la misma vez y a pesar de esto lanzar juegos excelentes y recordados por sus fanáticos como de los mejores de todos los tiempos.
La historia de Final Fantasy IV comienza con nuestro protagonista, Cecil Harvey, que trabaja como capitán de las Alas Rojas (una fuerza militar de élite para el malvado reino de Baronía). Cecil es un caballero oscuro que trabaja codo a codo con su amigo (y al que él considera un hermano), Kain (el líder de los draconarius de Baronía). Y también tiene una relación amorosa con Rosa Farrel, una maga blanca también al servicio de Baronía. Estos personajes ya muestran desde el principio que esta vez estaremos frente a una experiencia mucho más épica y cinematográfica, con personajes mucho más complejos que se conocen hace años y que cada uno tendrá su propio arco a lo largo del juego. Además esta vez nos tocará jugar como los malos (por lo menos por las primeras horas del juego) lo que hace que sea un verdadero placer ver la evolución de Cecil a lo largo de todo el juego.

Parte de esa evolución comenzará cuando después de una misión para asesinar a un grupo de magos y robarles su cristal, el Rey de Baronía, sospechando que Cecil es un posible traidor, envía a nuestro protagonista y a Kain al pueblo de Mist para llevar un anillo. Sin embargo el anillo es una trampa que invoca enemigos de fuego y que terminan incendiando el pueblo. La única sobreviviente de esta masacre es una niña llamada Rydia. Rydia tiene poderes de invocación y en un intento desesperado por alejar a Kain y a Cecil de su pueblo termina por crear una avalancha y separa a los dos amigos y haciendo que Cecil se quede con ella.
Sintiéndose engañado por el rey de Baronía y entendiendo por fin que las acciones que está realizando son peligrosas para el resto del mundo, Cecil empieza a ver con nuevos ojos la guerra de maldad de Baronía. Esto lo lleva a un viaje, acompañado por Rydia para ir conociendo diferentes pueblos y a las personas que están luchando contra el reino malvado al que una vez sirvió. En este viaje encontrará a una Rosa que fue a buscarlo y cayó enferma al perderse en un desierto, es al intentar salvarla que Cecil realmente empieza a comprender el peligro que es Baronía para el resto de los habitantes del planeta y realmente empezará a trabajar para derrotar a sus empleadores anteriores.
Lo interesante de todo esto es que a lo largo del juego irmeos rotando entre 12 personajes jugables, entre ellos tendremos a Edge (el ninja), Tellah (el sabio), Yang (el monje), Cid (el ingeniero), los gemelos Palom y Porom (magos negro y blanco respectivamente), Edward (el bardo) y FuSoYa (el sacerdote). Lo curioso de todo esto es que cada uno de estos personajes tiene una historia compleja asociada y al final del juego uno termina encariñando. Esto es importante porque Final Fantasy IV tiene la tendencia de «matar» a los personajes para sacarlos de la party. Si bien casi todas estas muertes son momentáneas y claramente están pensadas para que rotemos a los personajes entre nuestros 5 personajes activos, muchas resultan sumamente dramáticas e impactantes.

Final Fantasy IV también toma un aspecto del juego anterior dándonos diferentes. Esta vez podremos explorar la superficie de la tierra un mundo subterráneo y además terminaremos visitando la Luna. Estos aspectos hacen que cada uno de los mundos se sienta extremadamente diferente del anterior y que además tengan sentido en el mundo que nos movemos realzando mucho más la narrativa del juego y no sintiéndose tan similares como el mundo superior y el inferior de Final Fantasy III.
Uno de los aspectos más importantes e influyentes de este juego es la introducción de un nuevo sistema de combates a la saga, el ATB (Active Time Battle). Este sistema cambia la forma en la que funcionan los turnos en el combate, haciendo que cada personaje tenga una barra que se irá cargando a lo largo del tiempo y que depende de la velocidad que tenga el personaje. Además, el tiempo no parará mientras estamos decidiendo qué ataques usar, por lo que podremos ser atacados mientras elegimos nuestro próximo movimiento. Esto nos obliga a ser rápidos con nuestra forma de pensar para evitar que los enemigos nos dañen mientras elegimos nuestro siguiente movimiento. Este sistema de juego se volvió extremadamente popular y no sólo lo tomaron otros RPG sino que será el sistema de combate principal de Final Fantasy hasta Final Fantasy IX inclusive.
Sin embargo, a pesar del avance en el sistema de combate, Final Fantasy IV da un paso atrás a la hora de darle personalización a los personajes. Aquí cada uno tendrá una clase asignada previamente y un árbol de hechizos que irá aprendiendo de forma fija dependiendo de su nivel. Además en las primeras versiones del juego (esto cambiará en los remakes de DS y PSP) no podremos elegir a nuestra party por lo que tendremos pocas opciones a la hora de personalizar nuestra experiencia. Sin embargo puedo entender que la idea de Square fue apuntar a crear un juego que brille en lo narrativo y no tanto en sus sistemas de juego y progresión (algo en lo que sí brillará Final Fantasy V).

Gráficamente Final Fantasy IV es un juego interesante. Si bien los diseños de Amano son excelentes y algunos personajes como Kain se volverán íconos de la franquicia, Final Fantasy IV se ve como un juego de NES pero creado para la SNES. Creo que el equipo logró un avance importante en cuanto a esta vez si poner fondos únicos a los combates y a crear diferentes tipos de obstáculos (que deberán ser pasados con diferentes tipos de transportes) y ambientes (el planeta azul, el inframundo y la luna son claramente diferentes en lo visual). Sin embargo el juego palidece si se compara con otras cosas que eventualmente realizaría Square en la SNES como Chrono Trigger, Final Fantasy VI o Secret of Mana haciendo que este juego se vea como una generación anterior a ellos.
En cuanto al apartado musical volverá Nobuo Uematsu con una banda sonora extremadamente icónica pero qué le pasó factura a su compositor. Con el tiempo de desarrollo de sólo un año, Uematsu se vió obligado a terminar trabajando en las composiciones hasta altísimas horas de la madrugada llegando a bromear que casi todas las partituras las hizo a la 1:30 AM en la oficina. A pesar de esto muchas de sus composiciones llegaron a volverse icónicas como el tema de las Águilas Rojas que suena como una Marcha Imperial versión Final Fantasy o el Theme of Love que se volvió tán icónico que terminó formando parte de la currícula de música en las escuelas japonesas. Parte de estos logros también se debe al chip de sonido mucho más potente con el que cuenta la SNES, un chip que permite simular cuerdas de violines, flautas u órganos de iglesia lo que permite una composición mucho más rica y variada que la de los juegos anteriores.
Final Fantasy IV es un juego con una historia de desarrollo sumamente acelerada y compleja para todos los involucrados. Sin embargo terminó siendo uno de los mejores juegos de la SNES y volviéndose un clásico sumamente influyente dentro de su propia saga. Si bien creo que tiene algunos puntos débiles como que hay algunas historias (como la de Rydia) que se cuentan puntos importantes en partes opcionales del juego, su historia y sus personajes terminan siendo icónicas y terminarán comprando a quien se anime a jugarlas. Si les gusta la saga o el género este es uno de esos juegos que hay que jugar si o si.

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