Título: The Dragon Republic.
Autor: R. F. Kuang.
Genero: Fantasía.
Saga: The Poppy War #2.
Páginas: 675.
Fecha de publicación: 6 de agosto de 2019.
Sinopsis: «Tres veces a lo largo de su historia, Nikan luchó por su supervivencia en una sangrienta guerra de las Amapolas. A pesar de que la tercera guerra acaba de terminar, la chamán y guerrera Rin no puede olvidar las atrocidades que cometió para salvar a su gente. Ahora está intentando escapar de la culpa, el opio la mantiene presa como un vicio y teme los vengativos comandos del Fénix.
A pesar de que no quiere vivir, se rehúsa a morir hasta que se vengue de la traidora emperatriz que traicionó a su pueblo. Ahora su única esperanza es unir fuerzas con el Caudillo del Dragón, que planea conquistar Nikan, destronar a la emperatriz y crear una república en su lugar.
Pero ni la Emperatriz ni el Caudillo son lo que parecen. A medida que Rin descubre más, más aumentan sus miedos que por su amor a Nikan tenga que volver a utilizar la fuerza destructora del Fénix.»
“La revolución está bien, en teoría, pero nadie quiere morir.”
The Poppy War fue una de las lecturas más interesantes del año. Un libro que comienza como una versión militar (y china) de Harry Potter y que se convierte en una experiencia oscura sobre políticos corruptos, las atrocidades de la guerra y el punto al que puede llegar un ser humano por odio. En otras palabras comienza como algo bastante inocente y se termina convirtiendo en una lectura extremadamente oscura que me llegó a hacer sentir mal físicamente de sólo leerla.
Sin embargo The Poppy War tiene un detalle importante. En este primer libro se termina la guerra y podría haber sido este un final satisfactorio para la historia y el viaje de Rin. Sin embargo este es un libro de fantasía épica exitoso y como todo libro de este tipo las editoriales piden una secuela, una secuela que lamentablemente es innecesaria.
The Dragon Repúblic es un libro que retoma el punto final de la entrega anterior e intenta generar un nuevo conflicto entre los líderes y caudillos de las diferentes provincias del imperio. Esta vez la guerra no será contra una fuerza invasora sino que será una guerra interna donde un grupo de provincias sureñas (unidas bajo el estandarte de la provincia del Dragón) le llevarán la guerra a la emperatriz. La idea es que una vez se logren independizar formen una república que elija a sus gobernantes de forma democrática.
“Amaba una idea de tí. Estaba encaprichada contigo. Quería estar contigo. Pero no te conocía aún, y nunca sabré a ciencia cierta lo que eras.”
Con este argumento comienza una nueva trama política donde la nueva República empieza a juntar aliados para luchar contra el Imperio e independizarse. Rin y sus tropas de la Cike se unen a esta nueva república, no para buscar un mejor futuro para su país, sino por pura venganza contra la emperatriz por las atrocidades cometidas contra ellos y otros chamanes.
Este es un tema recurrente en el libro y es el énfasis que se pone en Rin y sus compañeros en la venganza. A lo largo del libro hay una cantidad de críticas constantes al sistema democrático y de la república diciendo que no es un sistema deseable, que las personas de Nikan no tienen lo necesario para gobernarse a sí mismas y donde la simple idea de un cambio de sistema para mejor se cuestiona de todos lados. Entiendo que la autora haya pensado en esto por lo que pasa en la realidad (siempre es más difícil aceptar un cambio radical que rechazarlo). Sin embargo esto reduce todas las intenciones de nuestros protagonistas en torno a la venganza (lo que se vuelve sumamente repetitivo).
No tan ligado a la venganza, pero que no suele tratarse tanto en este tipo de libros, es el estrés postraumático y la sensación de culpa que sufren los soldados cuando vuelven de la guerra. Esto se refleja mucho en el personaje de Rin y es quizás lo más interesante de las primeras partes del libro. Sin embargo, cuando la trama necesita que vuelva a utilizar sus poderes para ser una máquina de matar. Si la principal motivación de la protagonista es la venganza y esta puede ser una fuerza muy poderosa pero creo que se acelera un poco el proceso con tal de que Rin vuelva a la acción y esto minimiza los efectos del duelo y del estrés postraumático en nuestra protagonista. Por otro lado los otros personajes parecen estar hechos de piedra al no sufrir nada de lo que sufre ella (creo que sólo una vez en otra parte del libro hay un chamán que se queja de su relación con los dioses y con la destrucción).
“Pero eventualmente, deberás preguntarte que es por lo que peleas. I deberás encontrar otra razón para vivir más allá de la venganza. Altan nunca lo logró.”
Una de las cosas buenas del libro es que más adelante se empezará a hablar un poco más sobre la magia en este mundo, sobre cómo es la relación entre los chamanes y los dioses e incluso como algunas personas pueden no ser chamanes pero ser utilizados para convocar a los dioses. Esto es un detalle interesante que le agrega un poco más de profundidad al mundo pero que sobre la trama final se disuelve. Aquí la protagonista es Rin y los otros personajes no llegan a brillar, simplemente están aquí para apoyarla.
A pesar de mis críticas, este libro podría haber sido una buena lectura si hubiera puesto una trama novedosa y sorprendente sobre la mesa. Sin embargo The Dragon Repúblic parece un libro escrito con una checklist de las cosas que salieron bien en el libro anterior y como replicarlas para generar el mismo efecto. Un buen ejemplo de esto es como se trata una violación en comparación con el libro anterior. En The Poppy War hay una escena de violación extremadamente gráfica, traumatizante y que puede llegar a shockear al lector al no versela venir. En este libro hay otra escena de este tipo pero la misma no sólo no tiene el mismo efecto sino que los personajes están escritos de forma que se minimiza toda la escena. Entiendo que en la guerra este tipo de atrocidades son comunes pero la forma en la que se describe en este libro parece una escena agregada sólo porque en el libro anterior hubo una escena similar.
Un detalle que me llamó la atención de este libro es como se utiliza la palabra «fucking» o «fuck» como exclamaciones de una forma mucho más pronunciada que en la primera entrega. Esto parece ser algo menor pero mirando los textos de los dos libros pasamos de 36 usos de este tipo de palabras a 157. Si, The Dragon Repúblic es un libro que tiene 100 páginas más pero esto no sólo me pareció excesivo sino que creo que Kuang daña su estilo y lo hace mucho más vulgar. Lo más curioso de esto es que en el universo de este libro ya existe la expresión «Tiger ‘s tits» que podría traducirse como «mierda» por lo que tenemos una buena parte del libro que son los protagonistas insultando.
“Tantas caras jóvenes y asustadas. A medida que los comandantes morían, esta se convertía en una guerra peleada por sus hijos.”
Creo que un punto positivo a favor de esta lectura es que el libro si tiene un final donde se ve venir una secuela y donde todo apunta a final explosivo de la trilogía, sin embargo ni su trama, ni sus personajes, ni su narración, ni el estilo de la autora hacen que sea una buena experiencia de lectura. Además es una secuela que se siente forzada por lo que estos aspectos deberían ser los que te motiven a querer seguir leyendo para saber qué pasa después.
Me hubiera encantado poder decir que este es un gran libro (como dice todo el mundo) pero en lo personal me resultó un intento mediocre de extender la historia. Creo que hay algunas cosas que puede llegar a disfrutar alguien que haya disfrutado de las partes más románticas y juveniles del primer libro, o alguien que sea extremadamente fanático de este mundo y quiera (a toda costa) volver a pasar unas horas en Nikan. Sin embargo, para alguien que no entre en estas dos categorías no le recomendaría esta lectura.

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