Título: El dragón renacido.
Autor: Robert Jordan.
Genero: Fantasía.
Saga: La rueda del tiempo #3.
Páginas: 688.
Fecha de publicación: 15 de octubre de 1991.
Sinopsis: «Rand, acosado por inquietantes sueños sobre una espada de cristal, decide abandonar a sus compañeros tras un ataque de Engendros de la Sombra y se encamina hacia Tear para descubrir quién es realmente. Mientras tanto, las tres jóvenes aspirantes a Aes Sedai viajan con Mat hacia Tar Valon para ingresar como novicias en la Torre Blanca, donde esperan que las hermanas sanen a Mat de la extraña enfermedad que padece. Poco tiempo después, la Amyrlin les encomienda una peligrosa misión…«
«Siempre debéis prever lo peor, hijas; de ese modo, todas las sorpresas que recibáis serán agradables.»
Ya hace un tiempo que no traigo reseñas de La rueda del tiempo pero luego de acomodarme un poco con mis lecturas llegó la hora de volver al mundo de Robert Jordan y seguir los viajes de Rand y sus compañeros. Esta vez estamos frente a un libro que se llama El dragón renacido, sin embargo este será un libro donde Rand pasará a ocupar un rol secundario por buena parte de la historia.
Esta tercera entrega comienza al poco tiempo que terminó la anterior y con el grupo dividido. Por un lado tenemos a Rand, ya proclamado como «El Dragón» con Moraine, Lan y Perrin. Ellos están en un campamento militar donde se empiezan a reunir los seguidores de Rand como un nuevo dragón. Por el otro lado tendremos a Egwene, Nynaeve, Elayne y Mat viajando hacia Tar Valon para que las jóvenes puedan empezar a ser aceptadas como Aes Sedai y Mat sea por fin curado de la influencia de la daga de Shadar Logoth y recupere su personalidad.
Sin embargo ya con los primeros capítulos el libro demuestra ser bastante diferente a lo que uno esperaría, porque podemos ver que la trama en el campamento de Rand está extremadamente enfocada en Perrin y no tanto en quien puede fácilmente ser considerado como «el protagonista de la saga». Aquí vemos como Rand empieza a chocar con Moraine debido a su frustración por ser el Dragón pero no poder cumplir su destino ni hacer nada por sus seguidores. A pesar de esto luego de un ataque nocturno, Rand decide que no vale la pena quedarse de brazos cruzados y abandona él solo el campamento hacia un destino desconocido.
«Recuerda que cualquier comida puede ser la última. Elegiste viajar con nosotros y en consecuencia comerás pescado esta noche. Mañana puede que mueras.»
Esta escapatoria de Rand hace que Perrin, Moraine, Loial y Lan lo empiecen a perseguir por los diferentes pueblos que va pasando. Estos capítulos fueron sumamente interesantes porque analizan mucho más a fondo el personaje de Perrin, su relación con los lobos y que es lo que significa ser ta’veren para él. Por otro lado, es muy interesante ver los efectos que deja el paso del dragón por los diferentes pueblos. En uno todas las personas decidieron saldar sus deudas en una explosión de violencia, en otro todas las mujeres solteras se casaron al mismo tiempo y en otro todos los pozos de agua se secaron. Esto no sólo sirve como una pista que puede seguir el grupo que está persiguiendo a Rand sino que también es muy interesante ver los efectos del poder del dragón en el mundo que lo rodea (haciéndonos una idea un poco más grande del verdadero poder de Rand).
Estos capítulos tienen también un enfoque importante en la evolución de Perrin y como él se termina abriendo a una joven mujer llamada Zarina (o Faile) Bashere con la que empezará a tener una relación muy tímida en un principio, pero que luego de una tragedia se empezarán a ser más conscientes de sus sentimientos. Me gustó mucho ver este lado de Perrin y si bien me había dado un poco esa sensación en el primer libro cuando queda solo con Egwene, con Zarina es una relación mucho más consciente e interesante para el personaje.
Por otro lado, en Tar’Valon tenemos dos grandes tramas. La primera es la de las tres jóvenes y cómo vuelven a su entrenamiento luego de ser «castigadas» por la Sede Amyrlin. Esta trama es quizás la más extensa de todo el libro y no sólo empezamos a conocer más sobre la el sistema de magia, las Aes Sedai y las tres mujeres, sino que conocemos cosas completamente nuevas como el Tel’aran’rhiod (un mundo paralelo al que se accede por los sueños). Además aquí descubriremos un poco más sobre al Ajah Negro y veremos como las tres mujeres empiezan a investigar y a perseguir a estas malvadas Aes Sedai que sirven al Oscuro.
«¿Meterías la cabeza en las fauces de un oso sólo para demostrar que no tienes miedo? ¿Lo harías dos veces por el simple motivo de que la primera vez saliste con vida?»
También en Tar’Valon vemos cómo curan a Mat y como él empieza a recuperarse física y mentalmente de las secuelas que le dejó su contacto con la malvada daga de Shadar Logoth. Lo curioso de esta parte de la historia es que aparece la mismísima Lanfear y empieza a jugar con la mente de Mat (haciendo que sea mucho más susceptible y desconfiado de las Aes Sedai). Este fue un detalle que me gustó mucho porque Lanfear no tiene gran importancia en este libro, sin embargo las pocas veces que aparece marca una presencia importante y es un placer verla manipular a las personas con su maldad. Luego de esto veremos cómo Mat empieza a descubrir que al parecer tiene una nueva habilidad relacionada con la suerte. Es muy extraño como funciona esto pero a Mat le sale bien casi todo lo que intenta, gana casi todas las veces que apuesta con los dados, le salen saltos muy difíciles e incluso mata a personas sin siquiera intentarlo.
A pesar de esto la trama de los personajes que están en Tar’Valon no se termina aquí. Por un lado tenemos a las jovenes que empiezan un viaje hacia la ciudad de Tear, tras descubrir que este es el lugar al que se dirige Rand y que el Ajah Negro está preparándole una emboscada. Durante este viaje conoceremos mucho más sobre el Tel’aran’rhiod y podremos ver más a fondo cómo funcionan las tres mujeres como un equipo. Por el otro lado Elayne le da una carta a Mat para que le entregue a su madre en Caemlyn, esta carta tiene el sello de la Sede Amyrlin y le permitirá a Mat escapar de Tar’Valon. Sin embargo en este viaje se encontrará con Thom Merrilin por lo que el joven y el anciano emprenderán un viaje para entregarle la carta a Morgase. Lo curioso de todo esto es que aquí descubrirán que en la corte de Morgase están complotando para asesinar a Elayne por lo que eventualmente deberán dirigirse a Tear para advertir a las muchachas.
El dragón renacido es un libro diferente a los dos primeros. La rueda del tiempo siempre fue una obra coral cargada con muchos personajes que narran cada uno la historia desde su punto de vista y haciéndonos ver una versión macro de cada una de las tramas. Sin embargo en este libro hay un leve cambio de estilo por parte de Jordan. Sobre los últimos tramos de esta historia el autor deja de dedicar un capítulo a cada punto de vista y empieza a saltar (al punto que muchas veces tenemos un capítulo donde se narra desde el punto de vista de Egwene, Perrin y Mat). Este cambio de estilo hace que tengamos que estar un poco más atentos a lo que estaba pasando en las otras tramas porque podremos saltar de un segundo al otro de una trama a la otra. El efecto que genera esto es que los capítulos se vuelven más cargados de acción y uno queda completamente atrapado hasta el explosivo final.
«Matar a un hombre que debe morir, y a veces pagado por otros. La cuestión es, ¿valía la pena hacerlo? Siempre existe un equilibrio, ¿sabes? Entre el bien y el mal. Entre la Luz y la Sombra. No seríamos humanos si no hubiera equilibrio.»
Una de las decisiones más extrañas de este libro fue mantener a Rand afuera de la trama hasta el final y puedo entender que a muchos lectores esto le haga ruido. Soy consciente que este no es el primer libro que lo hace (Tolkien también deja a Frodo afuera de casi todo El Retorno del Rey) pero creo que aquí hay un problema con el retorno de Rand sobre el final. Este es un final épico que resulta impresionante para él como protagonista y termina de cerrar su primer ciclo como personaje. Lamentablemente siento que esto le saca un poco de gloria y de importancia a Perrin, Mat y Egwene (es decir a los protagonistas de este libro). No estoy ni de cerca diciendo que esto lo hace un mal libro, pero si me da la impresión de que se puso a algunos personajes bajo la luz principal para luego mandarlos al fondo de la escena cuando vuelve Rand en toda su gloria.
El dragón renacido es un libro excelente y que te atrapa de principio a fin. Con una duración un poco más corta que los dos libros anteriores, es un libro ideal para seguir visitando este mundo sin la necesidad de leer un libro mucho más grande. Si les está gustando la saga hasta este punto, El dragón renacido sólo les va a dar aún más ganas de seguir leyendo.

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