Título: Final Fantasy.
Desarrollador: Square.
Fecha de lanzamiento: 18 de diciembre de 1987.
Género: RPG.
Plataformas: Nes,MSX2, WonderSwan Color, PC, Nintendo 3DS, PlayStation Portable, Android e IOS. (Jugado en Android)
Duración: 17 hs.
Sinopsis: “Tierra, Fuego, Agua, Viento… La Luz que alguna vez brilló dentro de ellos se ha apagado. Con el mundo asolado por la oscuridad, la única esperanza para la humanidad yace en las antiguas leyendas. Métete en la piel de los Guerreros de la Luz y embárcate en tu propia aventura para recuperar el poder de los Cristales y salvar el mundo.»

Hay sagas legendarias y videojuegos que la historia de su propio desarrollo parecen tan ficticias como las aventuras de sus héroes. Uno de estos juegos fue Final Fantasy, una entrega donde su equipo desarrollador jugaba todas sus fichas en una última oportunidad de triunfar. Este último esfuerzo le dio su nombre a esta última fantasía, una fantasía que irónicamente no sería la última sino la primera de muchas en una de las sagas más importantes e influyentes del mundo de los videojuegos.
La historia del desarrollo de Final Fantasy es quizás tan interesante como las historias que se cuentan en estos juegos. Square es un estudio que viene trabajando en videojuegos desde 1984, muchos de ellos para las PC japonesas como la NEC PC-8801 y que lamentablemente fueron casi todos un fracaso comercial. Dentro de estos juegos hubo muchos que fueron dirigidos por Hironobu Sakaguchi, un hombre que esperaba realizar un RPG hace mucho tiempo pero que Square rechazaba una y otra vez por las pocas expectativas de ventas que tendría un título de este tipo.
Fue con el éxito de Dragon Quest que Sakaguchi aprovechó para convencer a los directivos que lo dejaran dirigir un RPG inspirado por los juegos occidentales como Ultima, Wizardry y el mismo Dragon Quest. Lamentablemente cuando los directivos le dieron (a regañadientes) luz verde al proyecto sólo 3 empleados se ofrecieron a trabajar con Sakaguchi (quien ya en ese momento tenía fama de ser un jefe complicado de tratar). Con este panorama Sakaguchi reclutó a otros dos empleados: Koichi Ishii (futuro creador de la saga Mana) y Akitoshi Kawazu (futuro creador de la saga SaGa) para que se unieran al equipo.

Kawazu y Ishii fueron parte esencial del proyecto desde el principio y cada uno hizo aportes que marcarían fuertemente a la saga. Kawazu se encargó de la programación de los sistemas de combate y fue el pionero en introducir las debilidades elementales en un RPG japonés. Por el otro lado Ishii sería quien tendría la idea de los cristales y de la creación del mundo donde transcurrirá el juego. Además sería Ishii quien presentaría a Yoshitaka Amano como artista conceptual de la saga (una idea que Sakaguchi rechazó porque no conocía al artista, pero que terminó aceptando cuando vio sus trabajos).
El equipo de Final Fantasy lo termina de cerrar Kenji Terada como guionista (la idea original fue de Sakaguchi pero fue él quien le dio el texto a los personajes). Nasir Gebelli como programador (y el único occidental del equipo). Y por último Nobuo Uematsu, quien ya había trabajado en otros 15 videojuegos, como compositor. Es muy interesante ver cómo el equipo original de Final Fantasy no sólo realizó este juego sino que se mantuvo bastante unido por una buena cantidad de entregas.
Uno de los aspectos interesantes de este equipo de desarrolladores es que Sakaguchi no era un hombre popular en el Square de los 80 e incluso el artista que eligieron para diseñar estos juegos no era una celebridad (como si lo era Akira Toriyama de Dragon Quest). Todo esto hizo que este equipo de Final Fantasy se sintiera más presionado para hacer un juego que salve a Square y los lleve a la gloria, creo que 35 años después está más que claro que lo lograron.

La historia del primer Final Fantasy comienza cuando cuatro personajes llegan al reino de Cornelia. Estos cuatro guerreros llevan cada uno un cristal pero sus cristales no brillan. Aquí conocen que existe una profecía sobre los guerreros de la luz, que son ellos los destinados a devolverle la luz a los cristales y derrotar al malvado caballero oscuro Gárland.
En este momento Gárland había secuestrado a Sara, princesa de Cornelia, por lo que depende de los héroes viajar al templo del tiempo y derrotar a Gárland para salvar a la princesa. Esto es muy similar a lo que pasa en el primer Dragon Quest donde salvar a la princesa es algo opcional y no el final del juego. Final Fantasy en vez de hacer algo opcional optó por hacer que empecemos salvando a la princesa para luego empezar nuestro viaje por todo este mundo en busca de completar nuestra verdadera misión: restaurar los cuatro cristales y derrotar definitivamente a Gárland.
Es en esta misión que realmente podemos empezar a explorar el mundo y a conocer a las otras razas y culturas que lo habitan. Entre esas razas tendremos enanos, elfos e incluso algunos robots que viven en una fortaleza voladora que se encuentra sobre este mundo. Es interesante como el primer Final Fantasy ya tenía algunos dejes de ciencia ficción (que se volvería más prevalente en las entregas del 6 en adelante) pero como además mucha de la inspiración venía directamente de Dungeons and Dragons, con algunos personajes como Tiamat (originalmente una diosa de la mitología babilónica) que fueron popularizados por el juego de rol. Esto hace que este primer Final Fantasy sea muy interesante por lo alejado que está de la mitología normal de la saga (los Chocobo, los Moguri y Cid aparecen recién en futuras entregas).

A pesar de que es verdad que el mundo del primer Final Fantasy se siente un poco genérico y no termina de transmitir las cosas que más adelante caracterizarían a la saga, es un placer viajar por sus tres continentes e ir descubriendo lo que pasa en cada una de estas ciudades. Desde el primer momento sabemos que nuestra misión final es restaurar los cristales pero a medida que vamos llegando a cada una de las ciudades veremos problemas diferentes de la población, o Bahamut (el rey de los dragones) nos ofrecerá una mejora en nuestras habilidades a cambio de una misión secundaria. Final Fantasy está plagado de pequeños grandes momentos que enriquecen su narrativa y hacen que sea un juego de lo más divertido de jugar. Además el final de su historia tiene algunos giros de trama interesantes que hacen que uno se termine sorprendiendo de su final.
El primer Final Fantasy tiene la cualidad de ser uno de los primeros JRPG en tener un sistema de clases y de permitirnos elegir los nombres de nuestros cuatro guerreros de la luz y sus clases. En esto es es anterior a Dragon Quest III y además agrega un pequeño giro que lo hace aún más interesante. En un momento de este juego podremos mejorar nuestras clases a clases avanzadas, donde nuestros personajes pasarán de ser simples magos a grandes brujos, los monjes en artistas marciales, los guerreros en caballeros, etc. Este es un detalle que no sólo hará más poderosos a nuestros personajes sino que veremos como cambian físicamente y tendremos una representación de la evolución de nuestros personajes más allá del nivel.
Uno de los detalles que hacen interesantes a las clases de este primer Final Fantasy (y que se repetirá en los siguientes) es que en este juego deberemos comprar los hechizos en una tienda y para usarlos deberemos equiparnos a un personaje que los pueda usar. Esto es un cambio importante frente a otros RPG donde con tan solo llegar a cierto nivel tendremos acceso a la magia que necesitemos en ese momento. En cambio aquí debemos esforzarnos para visitar la ciudad donde venden esa magia, comprarla y tener un espacio reservado para un hechizo de ese nivel. Esto hace que sea mucho más personalizable nuestro personaje pero lamentablemente nos limita mucho a la cantidad de hechizos que podremos usar. Aquí hay un límite de hechizos por categoría, por lo que no tendremos una fuente de maná a la que recurrir si queremos castear algo diferente. Uno de los problemas más comunes que tuve en este juego fue quedarme sin hechizos de curación con mi mago blanco, pero que el mismo mago blanco si pueda usar algunos hechizos de ataque. Estos son aspectos que creo que se hubieran solucionado muy fácilmente con un sistema de MP más similar a los de otros RPGs.

Final Fantasy es muy interesante por el uso que tiene de los vehículos en esta primera entrega. Mientras otros RPGs optan por poner sólo un barco, Final Fantasy nos dio un barco, una canoa y un barco volador (que se volvería icónico en la saga pero que también sería un pionero dentro de los juegos japoneses). Esto hace que se pueda explorar mucho dentro de este mundo pero que varias veces nos veamos trancados por no tener el vehículo correcto para la parte correcta, sin embargo esto juega mucho con la memoria del jugador incentivando a volver a ciertos lugares luego de desbloquear cierto vehículo.
Si bien creo que este no es un juego difícil. El primer Final Fantasy tiene la curiosa cualidad de repetir varios de sus jefes a lo largo del juego con versiones más complicadas del mismo enemigo. Cuatro de estos jefes serán los enemigos que resguardan los cristales, pero también el mismo Gárland volverá para una segunda ronda sobre el final del juego. Este tipo de boss rush me resultó sumamente interesante porque no sólo te enfrenta a una serie de jefes muy difíciles previos al jefe final, sino que también es una prueba para ver si aprendemos cuales son las debilidades de estos enemigos y si podemos usarlas a nuestro favor. En este aspecto me recordó a Mega Man (un juego que curiosamente salió al mercado Japonés un día antes que Final Fantasy).
En cuanto al apartado gráfico este es un juego que para bien o para mal envejeció relativamente poco. Es verdad que su versión original para NES utiliza fondos negros genéricos, pero la gran mayoría de las versiones de este juego se basan en la de WonderSwan Color sin la necesidad de muchos cambios gráficos para hacerlo más emocionante. En lo personal jugué a la versión Pixel Remaster y como verán en las capturas su estilo artístico es bastante similar a la mayoría de las versiones más modernas del juego, demostrando que a pesar de que pasen los años Final Fantasy se sigue viendo bien.

Por el apartado musical creo que es suficiente decir que muchas de las composiciones de este Final Fantasy original se volvieron a utilizar para los juegos siguientes. Esto es una tradición empezada por Dragon Quest y es normal en la mayoría de las sagas de RPGs japoneses, sin embargo no creo que nadie en Square haya tomado esa decisión si la música no fuera hermosa. Nobuo Uematsu es un hombre extremadamente talentoso e impresiona lo bien que suenan sus composiciones adaptadas para una orquesta de cuerdas real. Final Fantasy tiene una excelente banda sonora con la peculiaridad de que suena bien siempre ya sea en una placa de sonido de la NES o con una orquesta completa.
El primer Final Fantasy es un juego ambicioso creado por un equipo limitado y con el agua hasta el cuello. Quizás su mayor logro sea justamente ser el primero de su propia saga y abrir el camino para los que vinieron después, sin embargo creo que hay aspectos como su historia, varios de los personajes con los que nos encontramos o lo fácil y divertido que es personalizar a los integrantes de nuestra party, que hacen que sea un juego extremadamente divertido y disfrutable. Si son fanáticos de la saga y aún no jugaron al que lo empezó todo, los invito a que le den una oportunidad les aseguro que no se van a arrepentir.

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