Reseña: Un mago de Terramar

Título: Un mago de Terramar.
Autor: Ursula K. Le Guin.
Genero: Fantasía.
Saga: Terramar #1.
Páginas: 222.
Fecha de publicación: 1968.
Sinopsis: “En el mundo de Terramar hay dragones y espectros, talismanes y poderes, y las leyes de la magia son tan inevitables y exactas como las leyes naturales. Un principio fundamental rige en ese mundo: el delicado equilibrio entre la muerte y la vida, que muy pocos hombres pueden alterar o restaurar, pues la restauración del orden cósmico corresponde al individuo que se gobierna a sí mismo, el héroe completo capaz de dar el paso último, enfrentarse a su propia sombra, que es miedo, odio, inhumanidad. Ésta es la gran aventura iniciática de Ged, aprendiz de hechicero.«

«Yo no puedo ayudarte, no, no puedo hacer nada por ti. Pero sé una cosa. Las Antiguas Potestades de la Tierra no están para servir a los hombres. Jamás han sido puestas en nuestras manos, y en nuestras manos sólo engendrarán dolor y ruina.»

Existen pocos libros en este planeta cuya lectura postergué tanto como los de la saga de Terramar, si bien desde un principio tenía la idea de que me iban a gustar por alguna razón no tenía la suficiente curiosidad como para tirarme a leer esta saga de fantasía. Por suerte para ustedes ya me terminé decidiendo y hoy les traigo mi opinión del primer libro escrito por Ursula K. Le Guin ambientado en este mágico archipiélago.

Antes de hablar de la historia en sí es importante hablar un poco del mundo, porque Terramar es diferente a la mayoría de los mundos de fantasía (incluso de los que fueron inspirados por estos libros). Para empezar aquí no tendremos un gran continente con diferentes culturas sino que tendremos un archipiélago con islas. Esto parece un cambio menor pero hará que gran parte de los viajes no se realicen a pié sino por barco y esto será una parte muy importante del viaje de nuestro protagonista, que no sólo será un mago sino un hábil navegante.

Además de esta curiosa selección de ambientar las historias en un archipiélago Le Guin decide crear un sistema de magia diferente a muchos de los que estamos acostumbrados. Este sistema utiliza las palabras como la verdadera fuente de magia. Es este detalle sobre el que está construida toda la escala de poder de este libro puesto que todas las cosas tienen un nombre verdadero y un nombre que dan al mundo. En caso que alguien conozca el nombre verdadero de alguna persona o algún animal, ese alguien podrá invocarlo y controlarlo a su voluntad. Esto está basado en la palabra inglesa para hechizo (spell) que se escribe igual que la palabra deletrear. Es esta inteligencia con la que Le Guin maneja el lenguaje para crear una saga de fantasía dedicada a los más pequeños pero que igual tiene su mérito poético.

Con esta introducción se nos presenta a Gavilán (cuyo verdadero nombre es Ged). Gavilán es un joven muy habilidoso con la magia y aprendió un poco de su tía. Este tipo de aprendizajes fue lo suficientemente importante para que cuando la isla de Gavilán fuera atacada por un grupo de piratas el joven haya podido realizar un hechizo para ocultarla de sus atacantes. Este hechizo hizo que el nombre de nuestro protagonista se esparciera por las islas y llegará a los oídos del poderoso mago Ogion.

Ogion toma a Gavilán como su aprendiz pero el joven es demasiado acelerado para los métodos de enseñanza del mago. Esto hace que nuestro protagonista robe el libro de hechizos del mago y lo utilice para invocar una sombra. En un principio este sería un hechizo inocente para impresionar a una de sus amigas, la realidad es que Ged acaba de arruinar un hechizo peligroso y es el mago quien debe salvarlo.

«Cuanto más tiempo permanece un hombre en una forma que no es la suya, mayor es el riesgo»

Cuando el mago se entera de lo que hizo Ged lo envía a la Escuela de Magia de Roke. Aquí podría empezar a aprender magia de la forma correcta y rápidamente se vuelve un prodigio alabado tanto por otros estudiantes como por sus profesores. Lamentablemente el orgullo de nuestro protagonista lo vuelve a poner en problemas. Un día Ged acepta un reto a un duelo por parte de uno de sus compañeros de clase. Con tal de impresionar a sus pares nuestro protagonista decide revivir el alma de una mujer muerta pero en cambio termina liberando una sombra. Esta sombra lo ataca dejándole una brutal cicatriz y huyendo luego de asesinar al archimago responsable de la escuela.

Luego de este terrible hecho Ged retoma sus estudios y cuando se gradúa empieza un viaje a lo largo de las islas buscando proteger a los humanos y ayudarlos en todo lo que sea posible. Este tipo de protección va desde cosas básicas hasta alejar a los dragones que atacan las poblaciones. A pesar de esto él descubrirá que la sombra lo está buscando y tarde o temprano deberá partir para dar caza a esta malvada sombra y así corregir sus errores.

Un mago de Terramar es, como otros libros de fantasía enfocados a un público joven, una historia de crecimiento y de madurez. No sólo lo vemos en las acciones de Ged que actúa sin tomar en cuenta posibles repercusiones (que en algunos momentos llegan a ser mortales) sino que también lo vemos reflejado en el mismo sistema de magia. Aquí lo que da realmente poder es llamar a las cosas por su nombre y entender que las palabras y la compresión pueden ser mucho más poderosas de lo que pueden parecer a simple vista.

La madurez no sólo se nota en los temas sino también en la pluma de la autora. Una autora que en ningún momento decide simplificar la narración con tal de llegarle a los lectores de una edad más joven. al igual que Ged ellos deberán empezar a aprender a llamar las cosas por su nombre y a conocer la magia de las palabras. Esta magia comienza en la forma en la cual Le Guin decide narrar la historia y describir el viaje de Ged.

Hablando de descripciones este es un libro donde no se profundiza mucho en las descripciones y la narración siempre toma prioridad con tal de avanzar la historia. Esto hace que podamos ver la evolución de Ged en muy pocas páginas (todo el libro tiene 200 páginas aproximadamente) lo que lo hace una lectura sumamente ligera (algo raro en el mundo de la fantasía) pero a la vez hace que muchas de las escenas pierdan un poco de impacto.

«Milenrama, de pie en el muelle, los miró partir, como siempre despiden a sus hombres las esposas y hermanas en las costas de Terramar, sin agitar manos ni pañuelos, sin llamarlos a voces: muy quietas y en silencio, embozadas en capas grises o pardas, mirando cómo la franja de agua se ensancha entre la barca y la costa.»

Es este tipo de impacto el que hace que la lectura no me haya llegado tanto como esperaba en un principio. Si, la pluma de la autora es hermosa y la moraleja de la historia es digna de ser escuchada. Lamentablemente el ritmo es tán frenético que por momentos me gustaría que Le Guin bajara un cambio con la narración. Mucha gente suele comparar Terramar con Harry Potter, si las inspiraciones son obvias cuando vemos a un joven mago sumamente poderoso que va a una escuela de magia y debe enfrentarse a un villano a la misma vez que se toca el tema del poder de las palabras (el nombre verdadero de Voldemort es tan peligroso que la gente evita nombrarlo). A pesar de eso uno puede decir que conoce Hogwarts a fondo, lamentablemente no podemos decir lo mismo de Roke (o por lo menos en este primer libro).

Otro aspecto que vale la pena resaltar de Un mago de Terramar es la elección de la descripción física de su protagonista. Ged no sólo es un joven sino que es un joven «radiante como el cobre recién pulido» esto no es un detalle menor puesto que Le Guin rompe con la tradición que teníamos en la fantasía hasta ese momento donde los héroes siempre eran personajes blancos. Hoy en día podemos estar acostumbrados a esto y verlo como algo normal, pero en 1968 no lo era (tengamos en cuenta que El señor de los anillos no tenía ni 20 años de publicado en este momento) lo que hace que Le Guin sea una pionera a la hora de introducir personajes diversos en la literatura fantástica y romper con la asociación «piel negra = villano» que en mayor o menor medida existía en la literatura fantástica de ese momento.

Un mago de Terramar es un buen libro que arranca una de las sagas de fantasía épicas más importantes de la historia y que lamentablemente no tiene el nivel de reconocimiento que debería por parte del público. Es verdad que este es un primer libro muy corto y que por momentos me hubiera gustado quedarme más en algunos lugares pero creo que Le Guin hace un buen trabajo creando las bases que sobre las que seguiremos nuestro viaje por el archipiélago de Terramar. Si les gusta la fantasía les recomiendo empezar este viaje, les aseguro que no se van a arrepentir.

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