Título: Pac-Man 256.
Desarrollador: Hipster Whale.
Fecha de lanzamiento: 20 de agosto de 2015.
Género: Arcade infinito.
Plataformas: Celulares, XBox One, PlayStation 4 y PC. (Jugado en PC)
Duración: 10 hs.
Sinopsis: “Las cerezas son rojas. Los fantasmas son azules. Muerde una Pac-Bola ¡y verás cómo mola!«

Pocos juegos pueden decir que tienen el impacto cultural que tiene Pac-Man en el mundo. Quizás nuestro pequeño amigo amarillo no es el personaje de videojuegos con la mejor historia, o la mejor personalidad, o incluso el más carismático de todos. A pesar de esto es innegable que cuando muchas personas ven un círculo con un triángulo faltante piensan automáticamente en Pac-Man.
Es parte de este impacto cultural y resignación a desaparecer lo que hace que de una forma u otra Pac-Man siga igual de vivo hoy en 2021 como en 1980, cuando realizó su debut en las primitivas máquinas arcade, y parte de esta supervivencia es la capacidad de esta franquicia de ser simple. En el último tiempo llegamos a ver varias nuevas entregas de nuestro amigo amarillo que van desde juegos de puzzles hasta battle royales. La reseña de hoy es de un juego que quizás sea la evolución lógica del concepto básico de Pac-Man, un endless runner donde debemos conseguir la mayor cantidad de puntos.
Pac-Man 256 nos pondrá nuevamente en la piel de nuestro protagonista donde deberemos comer «pastillitas», juntar puntos con las frutas e intentar armar la cadena de pastillitas más larga posible. Esto es importante porque al juntar 256 pastillas ininterrumpidas Pac-Man lanzará un poder que matará a todos los fantasmas de golpe y nos dará un excelente puntaje. Para conseguir estas cadenas el juego nos presenta dos tipos de novedades, una buena y una mala.

La novedad es que este es un mapa infinito randomizado por lo que no siempre estaremos seguros si estamos yendo a un punto muerto, lo que eventualmente terminará matando nuestra racha. Para evitar esto el juego nos da una serie de powerups que nos ayudarán a no morir o evitar que nuestra racha se rompa. Esto es un cambio importante porque si bien seguimos teniendo el clásico power up de Pac-Man donde los fantasmas se ponen azules, este juego tiene una serie de armamentos interesantes para nuestro protagonista. Este tipo de nuevas armas van desde un rayo láser que mata a todo fantasma que tenga enfrente, a una bomba que explota al chocar con un fantasma (matando a todo enemigo cercano a Pac-Man), unos cubos de hielo que congelan a nuestros perseguidores e incluso un imán que atraerá las pastillas cercanas a nosotros (ideal para llegar a 256 rápido y la única forma de no cortar la racha si llegamos a un punto donde los puntos se cortan).
Esta idea que parece simple va complementada con un sistema donde podremos mejorar nuestros power-ups haciendo que sobrevivir a los peligros del laberinto sea cada vez más fácil y podamos llegar a conseguir cadenas más y más grandes. Además el juego nos irá ofreciendo misiones, varias de ellas muy simples como «matar a 5 fantasmitas con el láser» o «juntar 5 cerezas» las que nos darán el oro para poder mejorar nuestras habilidades. Es aquí que el juego brilla y se empieza a volver sumamente adictivo a medida que uno se esfuerza por conseguir mejores puntajes, cumplir más misiones y avanzar lo más que se pueda.
Un aspecto importante de este juego, y de todos los juegos de Pac-Man, es que los fantasmas están programados para realizar acciones predecibles. Esto es algo que no me di cuenta cuando jugaba al Pac-Man original, pero en este caso es demasiado obvio. Un claro ejemplo de estos es Pinky, quien no te atacará hasta que aparezcas en su línea de visión y de allí caminará en línea recta hasta que se termine su camino. Esto hace que sea sumamente importante conocer y aprender los patrones de movimiento de los enemigos puesto que esto nos dará un nivel de estrategia a la hora de sobrevivir.
Si bien este juego nació como un juego para celulares con microtransacciones, al ser porteado a PC y consolas el equipo decidió agregarle otro tipo de características para complejizar. Uno de estos agregados es un sistema de juego local de hasta 4 jugadores donde cada personaje competirá por llegar cada vez más lejos en el mapa. Junto con este agregado también tenemos mapas personalizables, muchos de estos mapas rinden tributo a la historia de Pac-Man pero también tendremos uno donde jugaremos con la gallina de Crossy Road (el primer juego de Hipster Whale).

Este amor de Hipster Whale por la historia y la franquicia de Pac-Man es tal que está reflejado en el título del juego y en otro agregado al gameplay. Cuando salió la versión de arcades de Pac-Man estaba programado de forma que el juego sólo leía 8 bits para representar los niveles, esto hacía que sólo pudiera dar números entre el 0 y el 255. Como el juego empezaba en el nivel 1, una vez que los jugadores llegaban al nivel 256 el juego los enviaba a un nivel cero. Este nivel no era real y sólo se encargaba de romper el juego y hacía que no se pudiera seguir avanzando. En Pac-Man 256 se hace referencia a este bug con el nombre, el número de pastillas que se deben comer para destruir a los fantasmas y en los glitches que iremos viendo a medida que avancemos en el juego. Estos glitches irán destruyendo partes de la pantalla y nos obligarán a estar siempre avanzando hacia adelante.
Como con todos los juegos de Pac-Man en este caso la música será un factor importante que se irá volviendo más remixada a medida que aumentemos nuestra cadena de pastillitas. Esto no sólo hace que sea más fácil concentrarnos sino que también sirve como un indicador sonoro de como vamos con la cadena (particularmente útil si no queremos andar mirando los números). Sobra decir que la música de Pac-Man es un clásico y estas versiones, a pesar de ser más techo, están a la altura de las otras composiciones de la franquicia.
Para terminar Pac-Man es 256 es un juego de móviles que como todos los juegos de su estilo se centra en no terminar nunca y en ser sumamente adictivos. Esto hace que sea muy fácil tirarse unas cuantas horas completando misiones e intentando conseguir puntajes más y más altos. Si son fanáticos de Pac-Man Hipster Whale hizo una entrega que seguro les traerá más de una sonrisa y los va a enganchar por un buen rato.

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