Título: La memoria obstinada de Puerto Vírgenes.
Autor: Claudio Invernizzi.
Genero: Ficción contemporanea.
Saga: #1 Puerto Vírgenes.
Páginas: 312.
Fecha de publicación: 7 de mayo de 2019.
Sinopsis: “El experiodista Sergio Arrantes abandona Montevideo tras caer en una trampa puesta por la directora del medio en que trabajaba. Burlado y con el ego herido busca refugio en la vieja casa familiar de Puerto Vírgenes, donde a poco de llegar es contratado para investigar el asesinato del “muerto de las rocas”, una de las tantas historias de aquel lugar.
Amanda Beck, nieta del culto, enigmático y muy inglés William Beck, necesita ponerle nombre a los responsables de aquel asesinato de los años cincuenta en Uruguay. Un hombre que llegó con el supuesto objetivo de escribir la historia de los trenes británicos en estas tierras, o eso se decía. ¿Fue un crimen político? Los rumores se instauran y la duda sucumbe.
Personajes enraizados entre los cerros de Puerto Vírgenes ayudarán a armar, a través de una inusual y prodigiosa memoria colectiva, este rompecabezas.
Una historia con espías que sin embargo no es una novela de espionaje. Se trata de develar un asesinato pero no es un libro de ficción criminal. Una narración cuyo argumento, provocativo e inquietante, pareciera servir de excusa para recrear un mundo con vida propia y reflexionar sobre la memoria, la ternura, los fracasos y la muerte.»
«El inglés llevaba sesenta años muerto y se suponía que su nombre iba a diluirse en otras leyendas nacidas en las nuevas generaciones; sin embargo lo vecinos de antes, quienes a través del tiempo contaron los hechos de distinta manera y encontraron diferentes culpables, terminaron por dar a los sucesos un lugar en la eternidad de Puerto Vírgenes.»
Nuevo bimestre y toca reseñar el libro del mes en el club de lectura A Quemarropa. Este mes tocó un libro que me sorprendió bastante pero tengo que reconocer que no fue en el buen sentido de la palabra (aunque tampoco lo fue en el malo). La memoria obstinada de Puerto Vírgenes de Claudio Invernizzi es un libro interesante pero no es el libro que yo esperaba leer y tengo que reconocer que probablemente haya sido un error mío sumergirme en esta obra con expectativas diferentes de las reales.
Mi primer contacto con esta obra se dio en una reunión diferente de A Quemarropa donde hablamos con Rodolfo Santullo, autor de Matufia. En esta reunión hablaremos sobre cómo se puede crear una novela negra en cualquier lugar y Santullo mencionaba este libro de Invernizzi que estaba ambientado en un lugar ficticio basado en dos lugares reales. Según Santullo Puerto Virgenes era una mezcla entre los balnearios uruguayos de Atlántida y Piriápolis. Luego de leerlo tengo que reconocer que nunca encontré las referencias a Atlántida salvo la existencia de una isla en la bahía, algo que podríamos linkear con la Isla de la Sirena en el balneario real, pero que en la realidad es lo único que no grita Piriápolis en este libro. Por el otro lado nunca encontré las partes de novela negra que esperaba porque esto es más cercano a un libro de espías que a otra cosa.
Esta historia comienza con Amanda Beck una mujer británica que intenta buscar la verdad sobre la muerte de su abuelo William Beck, un hombre que llegó a Uruguay (y a Puerto Vírgenes) a escribir la historia de los trenes británicos. Beck sospecha que la muerte de su abuelo fue un crimen polìtico debido a la situación que atravesaba el mundo en los años 50. Para eso contrató al ex periodista Sergio Arrantes para encontrar la verdad.
Es en esta búsqueda de la verdad que Amanda y Sergio empiezan a conocer y a hablar con los diferentes vecinos de Puerto Virgenes. Aquí vemos que el autor es un hombre que creció y vivió toda su vida en Piriápolis y como un buen amante de esta ciudad narra de forma muy sentida lo que es la vida en un balneario uruguayo. Estos balnearios que se llenan de vida por tres o cuatro meses cuando llegan los turistas y que cuando terminan las vacaciones se vuelven un pueblo fantasma donde sólo quedan las personas que viven allí.
«Quienes fueron a esperarlo al aeropuerto lo vieron regresar con la misma sonrisa de siempre y con las mismas ganas de abrazar, de tal modo que el espíritu expectante, dolorido y preocupado de los otros se desvaneció con el primer contacto.»
Como alguien que siempre que puede decide vacacionar en Piriápolis esta lectura se volvió sumamente identificable para mi. Reconocer los lugares reales en el ficticio Puerto Vírgenes fue una experiencia maravillosa y que no se limitó a perderme en sus calles y compararlas con las reales si no que me contó sobre la historia de las personas que viven en este lugar (tanto las ficticias como las reales). Este metajuego que se hace con el autor y quien conoce la ciudad real no sólo es maravilloso si no que es lo que a mi me pareció lo mejor del libro.
Si dejamos de lado la ciudad y volvemos al tìtulo de la obra Invernizzi no decidió llamar al libro Puerto Virgenes, si no La Memoria Obstinada de Puerto Virgenes. Esto es importante porque Amanda y Sergio empiezan a juntar pistas que vienen directo de las memorias de las personas que viven aquí y de cómo ellos ven al misterioso hombre inglés que llegó a la pequeña ciudad costera para escribir un libro. Estas memorias salen desde la cabeza de un titiritero, la esposa de un nazi exiliado en el pueblo o incluso de una representante de la embajada británica que le explica a nuestros protagonistas sobre las diferentes redes de espionaje en la guerra fría y como el gobierno británico espiaba a William Beck.
Con este argumento y estos personajes Invernizzi hace que la ciudad de Puertos Vírgenes se haya vuelto un personaje más dentro de la novela y sea un placer explorar mientra el autor nos guía por las diferentes tramas. La primera y principal es la investigación de la muerte de Beck, la segunda es el romance que se desarrolla entre los protagonistas y la tercera es el misterio del ex nazi que estuvo viviendo en Puertos Virgenes en los 50. Siento que aquí el autor intentó abrir mucho las posibilidades pensando en que este libro es el primero de una trilogía y desde lo personal estas subtramas ayudaron a confundirme. Una confusión más grande cuando descubrimos lo que pasó realmente con William Beck y como el autor hace un giro radical para contarnos un final y una conclusión que no parece tener mucho que ver con cómo empezó el libro.
Este es un libro en el que vemos la verdadera habilidad de Invernizzi como narrador y donde creo que el punto flojo es irónicamente la trama. Tengo que reconocer que en ningún momento me gustó Sergio ni Amanda como personajes pero sí amé todo el contexto por el que se movían. La ciudad, los cerros, los vecinos y esa memoria colectiva que poco a poco empieza a deformar la realidad y que más de 50 años después aparece transformada en algo que no es ni un hecho ni una leyenda alrededor de la muerte de un hombre que tuvo demasiados intereses y personas diferentes a su alrededor.
Si están esperando una novela negra (como yo) o incluso una profunda novela de espías este libro no es para ustedes. A pesar de eso este si puede ser el libro ideal para alguien que quiera perderse entre cerros, conocer mediante la literatura uno de los balnearios uruguayos más hermosos y empezar a sacarle las telas de arañas a una memoria que se vuelve la verdadera protagonista de la historia.

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