Título: Corazones en la Atlántida.
Autor: Stephen King.
Genero: Fantasía, Terror.
Saga: –.
Páginas: 690.
Fecha de publicación: 14 de septiembre de 1994.
Sinopsis: “A lo largo de cinco relatos escalofriantes en tres temas principales – la década de los setenta, la guerra de Vietnam y el juego, Stephen King disecciona fantasmas, miedos y frustaciones de nuestra sociedad.“
Un nuevo post en el blog que se hizo esperar un poco porque con el periodo de exámenes de la facultad no pude estar tan al día con el blog como me hubiera gustado. A pesar de esto hoy les traigo una reseña de una recopilación de relatos de Stephen King, o mejor dicho dos novelas cortas y tres relatos de uno de los mejores autores contemporáneos. Estas historias están levemente conectadas y cada una nos narra una década diferente de la vida de algunos de los personajes secundarios de la primera historia.
Hampones con chaquetas amarillas
Hampones con chaquetas amarillas es la novela corta más larga de esta colección. Además de ser la obra que da el puntapié inicial a la historia es la historia que está directamente conectada con la conocida saga de King: La Torre Oscura, una saga que empecé a leer y que frené en el cuarto libro porque quería leer otros libros par poder apreciarla mejor y ésta historia hizo que me dieran ganas de leer estos otros libros rápido y volver a saltar a la acción de La Torre.
Aquí estamos en 1960 y conocemos a Bobby Garfield, él es un niño de 11 años que vive con su madre y tiene una convivencia complicada porque ella es una mujer difícil. Una mujer que si bien quiere a su hijo y se preocupa por él siente un odio tremendo hacia su marido muerto y la desesperación por darle lo mejor a su hijo la lleva a tomar decisiones cuanto menos cuestionables. Además de estos dos personajes tenemos que conocer a Ted Brautigan, un hombre que se muda a la casa de Bobby y su madre y empieza a vivir en el tercer piso. Si bien el hombre siempre fue educado y bueno con el niño su madre está muy preocupada de que él sea un pervertido y quiera abusar de Bobby, preocupaciones que se vuelven más fuertes cuando Ted y Bobby crean una fuerte amistad gracias a la literatura.
Con esta amistad entre el hombre y el niño empiezan las conexiones al resto de las obras de King. Ted le explica que es perseguido por una serie de hombrecillos de chaquetas amarillas, estos hombrecillos se comunican entre sí y dejan mensajes en los carteles de animales perdidos o en las diferentes rayuelas que aparecen dibujadas por la ciudad. Ted le cuenta que es muy peligroso que él salga a buscarlos pero si Bobby le da información cada vez que encuentra algo sospechoso el hombre le dará un dólar.
Esta historia sigue mientras conocemos más a Ted, a Bobby, al resto de los niños del pueblo y a los misteriosos hombres de chaquetas amarillas que están persiguiendo a Ted. Todo esto mezclado con algunos guiños y referencias a otras historias del autor como El Resplandor y muchas conexiones fuertes con La Torre Oscura. Tan fuertes e importantes son estas conexiones que cada vez que aparecían yo no podía evitar saltar de la emoción. Si son fans de King y quieren leer La Torre les recomiendo leer esto antes de terminarla porque realmente lo van a amar (yo lo estoy haciendo entre el cuarto y el quinto libro).
«Los corazones pueden romperse. Sí, los corazones pueden romperse. A veces pienso que sería mejor que muriésemos cuando lo hacen, pero no lo hacemos.»
Corazones en la Atlántida
La novela corta que le da el nombre a esta colección nos sitúa en algún momento a finales de los años 60 y la conexión con la historia original es Carol Geber, una chica que tuvo un amor pasajero con Bobby en la primera historia pero que ahora se convirtió en una joven mujer universitaria. Aquí vemos a una Carol mucho más madura e involucrada con el movimiento hippie y que está dispuesta a todo para lograr que Estados Unidos se retire de la Guerra de Vietnam.
A pesar de que la conexión sea Carol nuestro protagonista es Peter Riley, un joven estudiante modelo que durante su primer año de universidad conoce un juego de cartas conocido como «Los Corazones» y la canción «Atlantis» del cantante escoces Donovan. Con esta extraña mezcla vemos como Peter se empieza a meter en el mundo de Los Corazones cuando sus compañeros de piso en la universidad empiezan a jugar, a hacer apuestas y a hacer campeonatos completamente absorbentes con este juego de cartas.
Corazones en la Atlántida es una historia sobre vicios y la sexualidad en una época donde Estados Unidos atravesaba una revolución cultural cuyos principales exponentes fueron el amor libre, las drogas y el rock n’ roll. Si bien aquí las drogas no están el juego de cartas tiene el mismo efecto para los personajes que el uso de drogas recreativas.
En lo personal, Corazones en la Atlántida está un escalón abajo del primer relato y quiere llegar a un público diferente del que apunta los Hampones de chaquetas amarillas. Aquí no hay seres sobrenaturales, sólo hay un grupo de personas consumidas por una adicción a un juego mientras el mundo a su alrededor experimenta una serie de cambios brutales propios de la época. King logra manejarlo de una forma brillante pero siento que estar al lado del primer cuento no le favorece para nada.
«Llega a un libro como llegarías a una tierra inexplorada. Sin un mapa. Exploralo, y dibuja tu propio mapa… Un libro es como un inflador. No te da nada sino le das primero a él.»
Willie el Ciego
Con Willie el Ciego empezamos con los relatos cortos y nos encontramos en 1983 y esta vez nuestro protagonista es Willie Shearman (un personaje que aparece en la primera historia y que tuvo algunos problemas con Billy y con Carol). Aquí conocemos que Willie fue el responsable de robarle algo muy preciado a Billy en el primer cuento y que luego fue enviado a Vietnam cuando se volvió un hombre.
Ahora Willie sufre los mismos traumas y el mismo remordimiento que varios de los veteranos de esa terrible guerra. En este caso él desarrolló un síndrome de múltiples personalidad. Por un lado está Bill Shearman, un exitoso agente inmobiliario que está casado con Carol Gerber, luego lo vemos como Willie Shearman, un técnico en refrigeradores. Por último su última, y más interesante, personalidad es Willie el Ciego. Willie el Ciego es un veterano de Vietnam que quedó ciego en la guerra (Willie queda completamente ciego cuando asume esta personalidad) y que pasa los días pidiendo monedas en la catedral de San Patricio de Nueva York.
Un cuento con un ejercicio interesante pero que en lo personal no me terminó de llegar, creo que King no creó tan buenos personajes como para que nos interese leer un pequeño cuento de él y de sus traumas luego de la guerra. Si, me gustó el ejercicio de leer a un personaje con personalidad múltiple pero no tengo tanto interés en Willie Shearman como para que me enganche tanto.
¿ Qué hacemos en Vietnam?
Seguimos avanzando en el tiempo y llegamos a 1999, un año interesante porque King publicó este libro en el 94 por lo que en ese momento esto era «el futuro». Aquí tenemos a John Sullivan, otro ex combatiente de Vietnam que se encontraba en el mismo grupo que Shearman. Es en esta guerra que Willie le salva la vida a John y los dos hombres se hacen muy amigos. Lamentablemente en esta guerra el grupo se encargó de matar civiles, entre ellos a una anciana que decía ser una bruja y que según ella maldijo a todos los hombres de ese regimiento antes de morir.
Esta experiencia traumática hace que John sea un hombre con estrés postraumático y síndrome del superviviente, lo que lo hace un hombre que permanentemente está sufriendo por las experiencias que vivió en la guerra y como poco a poco empieza a recalcar como lo afectó esto.
¿Que hacemos en Vietnam? es uno de esos cuentos raros donde la intención del autor parece ser más realizar una crítica al gobierno de Estados Unidos por mandar a estos jóvenes una guerra que estaba perdida y por luego abandonarlos a su suerte. Si, John Sullivan está conectado con las otras historias pero es el personaje más alejado de la narrativa principal de este libro y eso hace que este sea un cuento muy poco interesante de leer. Creo que sin lugar a dudas este es el punto más bajo de esta colección.
«Cualquier cosa con el poder de hacer reír más de treinta años después no es una pérdida de tiempo. Creo que algo como eso está muy cercano a la inmortalidad.»
Se ciernen ya las sombras de la noche
También ambientado en 1999 volvemos a seguir a Bobby Garfield como protagonista. Este cuento es una continuación directa del anterior porque es el final de este cuento el que dispara la vuelta de Bobby a su pueblo natal. Aquí conocemos que Bobby fue muy amigo de John Sullivan (creo que King se dió cuenta que este personaje parecía muy descolgado y decidió unir los cabos con este cuento) y lo vemos reflexivo y contemplador como un hombre que vuelve a la ciudad donde pasó su infancia.
Aquí Bobby se vuelve a encontrar con Carol Gerber y ella le da un objeto que hace cerrar esta historia de una forma bastante redonda y que para bien o para mal conecta con casi todas las historias. Perdón por el misterio pero considero que este objeto es un spoiler y que lo mejor es que lo lean ustedes.
Si bien este último cuento no me terminó de convencer del todo reconozco que es un cierre satisfactorio a una colección de historias que empiezan con novela corta de excelente nivel y terminan con cuentos cortos no tan satisfactorios ni atrapantes. Si este es un ejercicio literario interesante pero creo que hay obras mucho mejores de King para quien quiera leer algo del autor por lo que sólo lo recomiendo para quien quiera conocer y entrar en el mundo de La Torre Oscura o a quienes les guste ver una historia interconectada y ver cómo evolucionó Estados Unidos a lo largo de la Guerra Fría.

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