Título: El cuento de la criada.
Autor: Margaret Atwood.
Genero: Distopía.
Saga: El cuento de la criada #1.
Páginas: 416.
Fecha de publicación: 1985.
Sinopsis: “Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.«
«Me gustaría creer que esto no es más que un cuento que estoy contando. Necesito creerlo. Debo creerlo. Los que pueden creer que estas historias son sólo cuentos tienen mejores posibilidades.«
En diciembre del año pasado decidí escuchar el audiolibro de El cuento de la criada, una de las novelas más importantes y conocidas dentro de la ciencia ficción y del subgénero distopía, mientras la escuchaba empezaba a hacer paralelismos con el mundo en el que vivimos y en su momento estuve convencido de que por suerte el mundo que nos mostraba la autora era un mundo muy lejano al mundo real. Hoy ya no estoy tan seguro de eso y me da un poco de miedo como mi percepción puede cambiar tan radicalmente en un poco más de un mes de diferencia.
Este es un libro que narra la vida y el sufrimiento de una mujer llamada Offred, un nombre que ya nos da la pauta de su lugar en la sociedad. Ella no tiene nombre, ella es «Of Fred» (de Fred) y ahí ya la autora nos empieza a mostrar el rol que cumplen las mujeres en este mundo, un rol donde son propiedad de sus maridos y dejan de ser seres humanos. Esto creo que además de colaborar con la creación de este mundo distópico es una jugada interesante de la autora. Offred no tiene nombre, Offred puede ser cualquier mujer que hayamos conocido en nuestra vida y eso hace que se vuelva un personaje mucho más interesante.
Offred nos cuenta su vida mediante unas grabaciones de audio que serán descubiertas muchos años después por un académico que conoceremos como el Profesor Pieixoto. Aquí quiero hacer un pequeño paréntesis para decir que creo que vale la pena escuchar este libro como un audiolibro y no leerlo en un papel, toda esta historia simula ser las transcripciones de una mujer que vivió en este mundo terrible conocido como Gilead y escuchar a otra mujer ponerle voz a Offred hace que la historia y el sufrimiento se sienta aún más real y desgarrador que lo que hace sólo la magnífica pluma de Atwood. Esto de las grabaciones trae un problema y es que lo que nosotros leemos son los cassettes según el profesor Pieixoto decidió ordenarlos por lo que la narración no es perfectamente lineal y resulta un poco difícil seguir lo que le pasa a nuestra protagonista.
En este mundo las mujeres se dividen en varias clases sociales dependiendo de las funciones que cumplan en la sociedad (todas en función de los hombres obviamente). Las criadas son las encargadas de quedar embarazadas y son violadas una vez al mes, las esposas son mujeres de clase alta que están casadas y tienen cierto poder dentro del hogar pero aún así deben responder a su marido, las tías son las responsables de controlar y dirigir a las criadas, las marthas son las mujeres adultas e infértiles que deben servir sólo como amas de casa en los hogares ricos, por último están las hijas que no tienen ningún rol especial pero están destinadas a ser esposas.
«Una rata que está dentro de un laberinto es libre de ir a cualquier sitio, siempre que permanezca dentro del»
Si bien el libro nos muestra como todas estos estratos sociales de mujeres interactúan entre ellas la historia se centra en el estrato de nuestra protagonista, las criadas. Es por esto que estamos gran parte del libro viendo como las tías hacen todo lo posible para controlar a las criadas y hacerlas cumplir su función para con su comandante (el hombre al que deben responder). Aquí Atwood no tiene pelos en la lengua y dice todo lo que tiene que decir de la forma más explicita y dolorosa, desde violaciones rituales hasta ceremonias donde una horda de mujeres puede descuartizar a un hombre considerado traidor (normalmente un homosexual o algún tipo de hombre que choque con las creencias cristianas del país de Gilead). El régimen tiene innumerables formas de quebrar física y emocionalmente a las mujeres y esto hace que algunas partes sean muy dolorosas de leer (o escuchar como fue mi caso).
Además de las tristes descripciones de la sociedad Atwood empieza a explicar cómo fue que la sociedad llegó a ese punto y es aquí que aparece mi preocupación con los hechos que pasaron en Estados Unidos a principios de este año. En esta novela un grupo de políticos súper conservadores empezó a infiltrarse en el gobierno y con la excusa de que el país estaba alejándose de Dios dan un golpe de estado y renombran los Estados Unidos como La República de Gilead. Esto no es relatado de forma directa por la protagonista sino que lo conocemos cuando ella nos cuenta la vida de su madre. Offred es una mujer que está viviendo en los primeros años del régimen y recuerda a su madre como una luchadora feminista que vivió en los últimos años de Estados Unidos como país. Esto me pareció algo maravilloso porque la autora deja claro que si hay un punto de no retorno (el golpe de estado) pero estos cambios y estas situaciones nunca se dan de un día para el otro y como personas en una sociedad tenemos que saberlas ver venir y actuar en consecuencia.
Creo que los personajes de esta novela son muy realistas y la autora sabe reconocer muy bien la naturaleza humana y como reflejarla en sus páginas. En este mundo vemos personas que son hipócritas, que pregonan algo y hacen algo completamente distinto, personas que sufren, personas que buscan una forma de encontrar su lugar en el mundo a pesar de que saben que es un mundo podrido. Todos estos factores hacen que como lectores nos enganchemos más y más con el mundo y empecemos a pensar «Esto es algo que podría pasar en la vida real si se dan las condiciones necesarias» y eso es lo que debería hacer cualquier buena novela distópica. Atwood empieza presentándonos lo peor pero también nos presenta el camino que nos llevó como sociedad a una situación como la de la República de Gilead y la autora nos obliga a prestar atención al mundo que tenemos a nuestro alrededor.
«¿Pero quién puede recordar el dolor, una vez que éste ha desaparecido? Todo lo que queda de él es una sombra, ni siquiera en la mente ni en la carne. El dolor deja una marca demasiado profunda como para que se vea, una marca que queda fuera del alcance de la vista y de la mente.»
Otro aspecto que me pareció maravilloso es el final del libro y como vemos al profesor Pieixoto hablando de la sociedad de Gilead. Un hombre académico que se desentiende completamente de la historia y narra la vida de Offred y de las otras mujeres como si fuera una historia de ficción o una simple curiosidad. Aquí tengo que sacarme el sombrero frente a una autora que le dió una lección de humildad a la academia. Muchas veces leemos sobre las desgracias del pasado y nos olvidamos que los que las tuvieron que sufrir fueron personas como lo somos nosotros. Esto es un final esperanzador porque aquí a nadie se le ocurriría que pueda volver a pasar un país como Gilead, a pesar de eso en ese mundo ya pasó y el mayor peligro es olvidarse de esto y repetirlo.
Una cosa que me llamó la atención pero que no suelo escuchar cuando se habla de este libro es el rol que cumple la religión. Las diferentes religiones son una constante en la historia de la humanidad y siempre se las arreglan para mantenerse a flote sin importar cómo cambia la sociedad en la que se encuentran. Creo que aquí Atwood hace un excelente resumen y análisis de cómo este tipo de sociedades autoritarias hace uso de las imágenes religiosas para manipular y controlar a su pueblo. Quizás porque lo veo con los ojos de un ateo pero muchas veces siento que este libro tiene también un mensaje importante sobre ser precavidos con la religión (y más que nada con sus líderes) y en los análisis o comentarios es algo que pasa a segundo plano.
El cuento de la criada es uno de esos libros en los cuales los autores nos gritan advertencias sobre un mundo posible. Esto hace que sea una lectura necesaria y recomendada para todo el mundo. No, no es una lectura fácil y si tiene varios momentos dolorosos y tristes pero creo que su mensaje es universal y que todos deberíamos leerlo aunque sea una vez para que nos haga pensar.

Que excelente reseña la que haces! Sentí lo mismo cuando leí la obra. Admiro profundamente a Atwood como escritora (recomiendo La semilla de la Bruja) por su sensibilidad ante las emociones humanas, su capacidad para transmitirlas y ponerlas en el contexto de su obra y de la sociedad que retrata.
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Vaya, pues pensaba que ibas a darle un diez. ¿Qué es lo que no te ha convencido? Por mi parte he leído muy buenas críticas y aunque suena interesante, tengo claro que no es para mí, demasiado explícito, creo que lo sufriría demasiado. Aun así, te felicito por tu reseña, me ha encantado leerte y has hecho un gran análisis
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