Título: Volver de noche.
Autor: Cecilia Rios.
Genero: Novela Negra.
Saga: –.
Páginas: 174.
Fecha de publicación: 12 de abril de 2019.
Sinopsis: “Ficción dentro de la ficción, Volver de noche es un intenso ejercicio metaliterario tendido entre cuerdas de exactitud y levedad. La atmósfera de uno de los más tristes y hermosos tangos de Gardel y Le Pera (“Volvió una noche”, 1935) envuelve la historia noir de José (un delincuente de poca monta que aspira a las grandes ligas) y de su joven novia Loly; y la de la escritora de esa historia, una innominada Ella que busca la salvación por la escritura mientras su esposo hace la gran Wakefield del abandono cada vez que puede. Cecilia Ríos, ganadora con esta novela del Primer Premio Lussich 2017, alterna con precisión las dos líneas del relato mostrando los azares, desventuras y esperanzas del vivir y el escribir, instancias siempre cruzadas tanto de puentes como de barreras. “Callé mi amargura y tuve piedad” escribió Alfredo Le Pera en aquel tango, y Ríos lleva esa máxima al corazón de sus personajes y a su literatura sellando con una distancia emocional impecable esta historia de retornos imposibles, felonías y crueldades.”
Una nueva reseña de otra de las lecturas bimestrales del Club de Lectura A Quemarropa. Esta vez nos toca una de las lecturas más interesantes que llegaron al club y un libro que me costó un poco entender el ejercicio que estaba realizando. Volver de noche son dos historias que no están entrelazadas si no que una de las historias le da vida a la otra historia y esto me parece un ejercicio literario fascinante.
Ella es una autora veterana que vive sola con su marido, un hombre violento que no le da mucho amor y que cuando puede concentra sus esfuerzos en violentarla psicológicamente. Ella no tiene nombre pero si tiene un pasatiempo que la aleja de la pesadilla que es su día a día. Este pasatiempo es la escritura y así pasa sus días trabajando en la que será su primer novela y la segunda historia que veremos en este libro.
«Leer lo escrito años atras es como reecontrarme con una amiga a quien no veo desde hace tiempo. Me alegra saber que hubo un pasado y que en ese pasado fui capaz de escribir.»
José por su parte es un delincuente de poca monta pero muy hábil para disparar que termina involucrado con uno de los grandes delincuentes del barrio. Este hombre es conocido como «El Caracol» y contrata a José para un trabajo mucho más peligroso y complicado de lo que hizo José hasta ahora. Este trabajo no sólo lo ve como una vía de escape de su vida de delincuente sino como una forma de obtener prestigio y el respeto de los otros criminales.
Lo interesante de estas dos historias es que Ella escribe la historia de José y permanentemente iremos viendo como es el proceso creativo de construir una novela a través de los ojos de la autora. Esto me pareció maravilloso porque Cecilia Rios no es «Ella» pero ambas están escribiendo la historia y «Ella» hace varios comentarios críticos al libro que está escribiendo. Esto no sólo me pareció que aumentaba el realismo del personaje si no que se necesita un excelente grado de autocrítica para poner a un personaje que diga que lo que estás escribiendo es malo.
A partir de esta introducción la dos historias se empiezan a complicar. Por un lado vemos cómo el poder y el maltrato psicológico del marido de Ella se empieza a volver cada vez más fuerte y como ella se siente cada vez peor y se refugia en ese lugar seguro que es la escritura. Por el otro lado vemos como el gran golpe de José se complica y termina involucrado en un fuego cruzado con la policía. A esto hay que agregarle la aparición de otros dos personajes. Loly, la novia adolescente de José que se ve en la situación de traicionar a su novio o sufrir las consecuencias de ser cómplice cuando ella no hizo nada. Y El Juez, otro personaje sin nombre sobre el que cae la decisión sobre qué hacer con José una vez que las cosas terminan de salir mal.
A pesar de que reconozco bondades en las dos partes de la historia y que siento que la idea del libro es excelente, la corta duración de los capítulos hizo que me resulte muy difícil seguir la historia e involucrarme por una de las dos. Cuando quería saber qué pasaba con José aparecía un capítulo de Ella y cuando quería saber qué le pasaba a Ella aparecían José, Loly o el Juez a sacarme de la historia. Esto hacía que al estar moviéndome de forma tan vertiginosa de un punto de vista al otro no termine estando en ningún lado y como la única relación entre una historia y la otra es tan leve que no termine disfrutando de ninguna de las dos.
«El recuerdo de los días en que escribí esta novela regresa lentamente. Estoy segura de que eran tristes. Porque estos son también días tristes, los he elegido para reescribirla.»
Con esto dicho aclaro que disfrute mucho más la historia de Ella que la de José. Siento que ella sí tenía una historia que valía la pena ser contada, la de una mujer solitaria, vieja y aislada que su único contacto con otras personas viene de un hombre que no le da el amor que ella espera recibir. Creo que la historia de Ella es lo suficientemente buena como para funcionar incluso sin saber qué es lo que está escribiendo, porque su vida ya es una buena historia en sí. Por el otro lado la historia de José peca de simple y rápidamente vemos como todos los problemas se «solucionan» de una forma o de otra. Esto hace que en ningún momento tengamos un conflicto donde nos preocupemos por el personaje o por lo que será del destino de José.
El estilo de la autora es excelente y engaña mucho en este ejercicio donde las dos historias deberían estar escritas por personas diferentes. Creo que aquí hay un trabajo realizado adrede para que la historia de Ella se sienta diferente a la historia de José y Cecilia Ríos lo logra sin ningún problema. Lamentablemente la principal atracción de este libro es el ejercicio de metaliteratura que si bien funciona y es interesante hace que las diferentes historias no estén a la altura del concepto del libro en sí. Siento que si este libro fuera una colección de dos cuentos cortos lo hubiera disfrutado mucho más que de la forma que se realizó.
Volver de Noche es un viaje por dos historias conectadas de la forma más simple posible. Un viaje que por momentos me recuerda a Continuación de los Parques de Cortazar pero que se queda en el camino de lo que hubiera podido ser. No es una novela negra ni es un libro sobre la escritura pero a pesar de eso creo que vale la pena que quienes disfrutan de estos tipos de libros le den una oportunidad.

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