Título: Bernardo y Bianca en Cangurolandia.
Dirección: Hendel Butoy y Mike Gabriel.
Duración: 1h y 17 min.
Elenco: Bob Newhart, Eva Gabor, John Candy, Adam Ryen, George C. Scott y Tristan Rogers.
Genero: Aventuras.
Estreno: 16 de noviembre de 1990.
Sinopsis: “Esta vez, nuestros ratoncitos agentes secretos se encuentran en el corazón de la indomable selva australiana cuando tienen que acudir en ayuda de Cody, un jovencito que lucha por salvar un águila de un despiadado cazador furtivo.”

Hacemos una pausa en el mes del terror para volver a hablar de una película del Proyecto Disney. Hoy toca seguir nuestro camino por el Renacimiento Disney mientras llegamos a la película más olvidada de esta época, muchos suelen decir que este honor corresponde a El jorobado de Notre Dame, pero la realidad es que la secuela de Bernardo y Bianca es incluso menos conocida.
El desarrollo de esta película comenzó en 1986 pero recién dos años después, cuando se terminó de trabajar en Oliver y su pandilla, consiguió a Mike Gabriel como director. Gabriel había sido supervisor de animación Oliver y su pandilla y uno de los animadores que tuvo que cargarse a los hombros el desarrollo de El zorro y el sabueso. A pesar de esto esta película sería su primer trabajo como director, trabajo que repetiría unos años después con Pocahontas.
Este proceso de desarrollo fue diferente a lo que solía hacer Disney (y quizás eso jugó un papel importante en que no se recuerde tanto esta película). A principios de los 90 el público estadounidense había empezado a volverse más consciente de la situación ambiental del mundo y esto hacía que una película ambientada en Australia se viera como algo atractivo. Además esta sería la primera película de aventuras de Disney, un género que había tenido un éxito importante en la década de los 80 por películas como la trilogía original de Indiana Jones. Por último Disney se comprometió en mantener el casting de la película original, algo que logró en gran parte pero que no pudo hacer al 100% por el fallecimiento de Jim Jordan (Orville) lo que obligó a crear el personaje de Wilbur como su hermano (John Candy).
La película comienza en el Outback australiano. Para quien no lo sepa, el Outback es el nombre que se le da a los grandes territorios áridos de Australia y donde sólo vive el 10% de la población de la isla. Aquí conocemos a Cody, un niño que disfruta la naturaleza y que siempre se está preocupando por los animales salvajes y ayudándolos en sus problemas. Es en una de estas expediciones para ayudar a sus amigos los animales que conoce a Marahute, un águila dorada gigante a la que rescata de la trampa de un cazador y la que lo lleva a conocer a sus huevos. Una curiosidad interesante es que si bien el diseño de Marahute está basado en las águilas australianas, las Águilas Doradas son animales nativos del hemisferio norte por lo que no hay animales de este tipo en Australia.
Esta amistad entre Cody y Marahute pone al niño en el camino de Percival C. McLeach, un cazador local que está detrás del águila y que al darse cuenta de la conexión que tiene con el niño no duda ni un segundo en aprovechar esto para conseguir su presa. Es por esto que McLeach secuestra a Cody y esto hace que la Sociedad Internacional de Rescatadores se ponga en acción para salvar al niño.

Tengo que reconocer que la escena de introducción a la Sociedad Mundial de Rescatadores es brillante y una de mis favoritas. En la primera película los vemos como una organización similar a la ONU que tiene brazos en cada parte del mundo pero siempre lo vemos bastante centralizado en Estados Unidos. Aquí podemos ver a los ratoncitos en acción para hacer que el mensaje de rescate pueda viajar de Australia a Nueva York.
Mientras tanto en Estados Unidos podemos ver como Bernardo y Bianca siguieron sus vidas (y su relación romántica) hasta el punto que Bernardo está a punto de pedirle matrimonio. A pesar de esto el mensaje de rescate de Cody llega a Nueva York y esto impide que el ratón pueda terminar de hacer la petición, algo que quedará en el aire hasta el final de la película. Con una nueva misión la pareja hungrio-americana deciden emprender un viaje a Australia volando nuevamente en Albatroz Airline (esta vez volarán en Wilburg). Si bien tengo que reconocer que no me gustó que este nuevo personaje sea tan parecido a su hermano, tengo que reconocer que la escena es impresionante y el uso de animación 3D hace que supere por mucho el despegue de la primera película.
Ya en Australia nuestros ratoncitos conocerán a Jake, un ratón canguro que no sólo se ofrecerá a ayudarlos si no que está toda la película intentando seducir a Bianca. En lo personal no tengo ningún problema con los triángulos amorosos en películas de Disney, pero siento que en este caso no funciona porque ya sabemos que ella está perdidamente enamorada de Bernardo. Dejando de lado este detalle el personaje de Jake me gustó y creo que le aporta algo al trío de protagonistas que no tienen los otros dos ratoncitos.
Mientras nuestros protagonistas se acomodan en Australia vemos como Cody sufre su secuestro por parte del villano e intenta ayudar a los animales que tiene en cautiverio el cazador. Esto da varias escenas graciosas y divertidas pero que no quedan en nada porque rápidamente McLeach se da cuenta que puede hacer creer a Cody que el águila está muerta y que él lo guíe hasta los huevos y su nido. Es durante este momento que los ratones se encuentran con el villano y Cody termina guiandolos a todos hacia la inevitable confrontación final.

Bernardo y Bianca en Cangurolandia es una película que marca un antes y un después dentro de la filmografía Disney y que debe ser mucho más valorada de lo que lo fue hasta ahora. Para empezar esta es la primera vez que vemos una película que utiliza de principio a fin el sistema CAPS (Computer Animation Production System) con el que se le daría color a toda la película utilizando computadoras. Esto hace que los fondos y los personajes tengan colores mucho más impresionantes que en ninguna película hasta ahora. Además se utilizará el CGI para crear el camión del villano, la ciudad de Nueva York, la Opera House de Sidney y los campos de flores del inicio. Esto combinado con la importancia del vuelo hace que sea una película sumamente impresionante de ver y una verdadera demostración del talento que veremos a partir de este momento.
Lamentablemente esta película no tiene números musicales y se optó por un soundtrack que potenciará la parte de acción y aventura. Creo que este es uno de los factores que hizo que no fuera tan exitosa como la primera película y que pasara desapercibida por muchas personas. A pesar de esto creo que Bernardo y Bianca en Cangurolandia es una película que debería ser revalorada y que muchos deberían darle una nueva oportunidad. Si, tiene errores pero logra mejorar lo que hizo la primera película y crea un trampolín desde el que se proyectará Disney en todos los años 90.

El mes que viene seguiremos con nuestro viaje por las películas de Disney y nos tocará ver el clásico de 1991: La bella y la bestia. Recuerden que si quieren seguir al día el Proyecto Disney pueden hacerlo en este link.
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