Título: Yoshi’s Crafted World.
Desarrollador: Good-Feel.
Fecha de lanzamiento: 29 de marzo de 2019.
Género: Plataformas.
Plataformas: Nintendo Switch. (Jugado en Nintendo Switch)
Duración: 10 hs.
Sinopsis: “Salta a una nueva aventura de Yoshi en un mundo creado con objetos de la vida cotidiana, ¡como cajas y vasos de papel! Como Yoshi, saltarás alto, tragarás a tus enemigos y emprenderás una cacería para encontrar diferentes objetos coleccionables. Por otra parte, los niveles pueden jugarse al revés, ¡brindando nuevas perspectivas y nuevas maneras de ubicar algunos de los objetos ocultos con más astucia! Todo empezó cuando Kamek y Bebé Bowser emprenden un viaje para robar una piedra preciosa. ¡La leyenda cuenta que este artefacto le concede los sueños más locos al que lo porta! Pero cuando las gemas del artefacto salen volando, dependerá de Yoshi y sus amigos encontrarlas.”

Para la reseña de hoy vuelvo a los juegos de plataformas y a mi main en los spinoffs de Mario. Yoshi es un personaje que siempre se caracterizó por tener juegos simples, accesibles a todo el mundo y con un diseño estético que lo diferencia de otras entregas relacionadas con Mario. En este caso Good-Feel optó por crear personajes basados en manualidades con cartón, papel y otros tipos de objetos de oficina. Esto va de la mano con lo que ya hizo el developer con Yoshi’s Crafted World pero siendo que aquí dejaron volar la imaginación.
La historia del juego comienza con un grupo de Yoshi’s que viven felices en el bosque. Aquí tienen una estatua con diferentes gemas de colores. Estas gemas tienen la capacidad de hacer realidad los deseos de las personas. Lo que hace que Kamek y Bebé Bowser vayan al bosque a robar este objeto. En un forcejeo con los Yoshis la estatua se rompe y sus gemas salen disparadas perdiéndose en varios reinos. Es por esto por lo que dependerá de Yoshi recuperar las gemas perdidas y evitar que Kamek y Bebé Bowser cumplan sus malvados deseos.
Como en los otros juegos de Yoshi hay que reconocer que la historia no es el punto más importante y sólo es una excusa para hacernos viajar por los diferentes mundos. Estos mundos son los verdaderos protagonistas de este juego y es muy interesante cómo con pocos cambios en el gameplay Good-Feel logró crear mapas tan diferentes. Para que se hagan una idea el primer mapa del juego es un campo con vaquitas, chanchitos y otros animales de granja. A medida que avanzamos pasamos por una montaña, un océano, un Japón feudal repleto de ninjas e incluso una ciudad con payasos asesinos. Esto es solo un ejemplo de cómo el equipo de Good-Feel dejó volar la imaginación para poner a Yoshi en lugares muy diferentes.

Si bien el gameplay de los juegos de Yoshi se mantiene (recolectar flores sonrientes, monedas y puntos de vida) este juego tiene un gran agregado y es que podemos jugar los niveles alrevez. Esto cambia la perspectiva de la cámara y podemos ver «el detrás de cámara» de cada uno de los niveles que jugamos hasta ahora. Además, deberemos buscar a los «Poochitos» (versiones bebés de Poochy) que estarán escondidos a lo largo del nivel. Encontrar a cada uno de estos perritos nos dará una nueva flor sonriente y si los encontramos a los tres (y completamos el nivel dentro de un margen de tiempo) tendremos una cuarta flor.
Otra opción para juntar flores son las misiones extra de cada nivel. Aquí nos pedirán que volvamos a entrar al juego y le disparemos un huevo a algún objeto que aparezca en el fondo. Estos objetos pueden estar en cualquier lugar, pero normalmente están en el fondo por lo que estaremos obligados a jugar mirando más el fondo que lo que pasa delante de nuestras narices.
Si están atentos se habrán preguntado ¿Por qué hay tantas opciones para conseguir flores? La respuesta a esto es que necesitamos las flores para avanzar de un mundo al otro (nos pedirán entre 10 y 30 flores) para seguir avanzando en el juego, por lo que en más de una oportunidad tendremos que volver y repetir un nivel para conseguir las flores que nos falten. Esto le da un montón de rejugabilidad a un juego que no brilla por su dificultad y donde lo más divertido es encontrar los secretos.
Otro de los grandes nuevos contenidos de este juego son los disfraces, estos son objetos coleccionables (170 sin usar Amiibo) que nos darán un cambio estético a nuestro personaje. Además, estos sirven como un escudo para Yoshi por lo que nos darán entre 3 o 5 golpes extra y son ideales para los jugadores más novatos e inexpertos en este tipo de juegos. Aquí tengo que reconocer que no los utilicé en casi ningún momento porque consideraba que el juego ya de por sí era bastante fácil, a pesar de esto como coleccionables son hermosos y son una excelente excusa para ir juntando monedas a medida que se avanza por el juego.
Como en todos los juegos de Yoshi aquí también tendremos varios jefes. Lo primero es que estos jefes no son muy difíciles y a varios los logré derrotar en un solo intento. La verdadera belleza de estos personajes es como Kamek usa su magia para construirlos con varios de los objetos que tiene el mapa por lo que veremos una verdadera demostración de origami y manualidades cada vez que lleguemos al jefe de un nivel.
En cuanto al apartado musical tenemos una banda sonora bastante continuista con lo que viene siendo la saga. Esto no es algo malo ya que creo que este tipo de música es ideal para el tipo de gameplay que se nos presenta aquí. Como lo dice su nombre Good-Feel opta por crear juegos que sean relajantes y que permitan que el jugador se sienta bien cuando vaya completando los pequeños desafíos y encontrando cada uno de los secretos. Creo que una banda sonora que acompañe esta filosofía es ideal para estos juegos y en este caso cumple con creces. Encontrar objetos escondidos se vuelve un placer con esta música.

Donde tengo un verdadero problema con este juego es en su apartado gráfico. Yoshi se ve hermoso en el arte conceptual y el concepto de este juego prometía ser el juego de Yoshi más lindo hasta la fecha. A pesar de esto parece que estemos jugando con un filtro que hace incómoda la visión y muchos de los detalles resulten incluso borrosos. Esto es algo parecido a lo que pasó con The Legend of Zelda: Link’s Awakening pero creo que en este juego es incluso más molesto que en el de Zelda. Lo peor de todo es que el problema no es exclusivo de la versión portátil del juego si no que al verlo en la televisión igual se ve mal. Además, creo que la Switch demostró que puede mover juegos gráficamente más pesados y es triste que un juego tan lindo como este sufra por ese extraño filtro visual.
Para terminar esta reseña Yoshi’s Crafted World es un juego simple, divertido y que será bien recibido por todos los miembros de la familia. Creo que Good-Feel tuvo un gran desafío en el horizonte al intentar superar un juego y un concepto tan genial como Wooly World y en gran parte lo lograron con una entrega cargada de imaginación y diversión. Lamentablemente creo que este es un juego al que le habría venido muy bien un poco más de trabajo en el apartado gráfico. Es triste que los desarrolladores hayan puesto tanto trabajo en crear un mundo hermoso para que tengamos que verlo a través de un filtro tan feo.

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