Llega otro mes y con Agus de La Biblioteca de Hermione nos propusimos realizar otra lectura conjunta. Este mes decidimos que era interesante leer un libro diferente que hable sobre temas actuales. Es por eso que para septiembre elegimos “La sociedad del cansancio” de Byung-Chul Han. Si quieren leer la opinión de Agus pueden hacerlo en su post.
Título: La sociedad del cansancio.
Autor: Byung-Chul Han.
Genero: Filosofía.
Saga: —
Cantidad de páginas: 80.
Fecha de publicación: 2010.
Sinopsis: “Byung-Chul Han, una de las voces filosóficas más innovadoras que ha surgido en Alemania recientemente, afirma en este inesperado best seller, cuya primera tirada se agotó en unas semanas, que la sociedad occidental está sufriendo un silencioso cambio de paradigma: el exceso de positividad está conduciendo a una sociedad del cansancio. Así como la sociedad disciplinaria foucaultiana producía criminales y locos, la sociedad que ha acuñado el eslogan Yes We Can produce individuos agotados, fracasados y depresivos.Según el autor, la resistencia solo es posible en relación con la coacción externa. La explotación a la que uno mismo se somete es mucho peor que la externa, ya que se ayuda del sentimiento de libertad. Esta forma de explotación resulta, asimismo, mucho más eficiente y productiva debido a que el individuo decide voluntariamente explotarse a sí mismo hasta la extenuación. Hoy en día carecemos de un tirano o de un rey al que oponernos diciendo No. En este sentido, obras como Indignaos, de Stéphane Hessel, no son de gran ayuda, ya que el propio sistema hace desaparecer aquello a lo que uno podría enfrentarse. Resulta muy difícil rebelarse cuando víctima y verdugo, explotador y explotado, son la misma persona. Han señala que la filosofía debería relajarse y convertirse en un juego productivo, lo que daría lugar a resultados completamente nuevos, que los occidentales deberíamos abandonar conceptos como originalidad, genialidad y creación de la nada y buscar una mayor flexibilidad en el pensamiento: «todos nosotros deberíamos jugar más y trabajar menos, entonces produciríamos más». ¿O es acaso una coincidencia que los chinos, para quienes originalidad y genialidad son conceptos desconocidos, sean los responsables de casi toda invención —desde la pasta hasta los fuegos artificiales— que ha dejado huella en Occidente? Sin embargo, esto no deja de ser para el autor una utopía inalcanzable para una sociedad en la que todos, incluso el ejecutivo mejor pagado, trabajamos como esclavos aplazando indefinidamente el ocio.»
Antes de empezar a hablar del libro en sí creo que es importante resaltar que es un libro publicado en 2010. En estos últimos 8 años la sociedad cambió mucho y creo que algunas de las ideas que propone el autor se quedaron atrasadas. Por el otro lado es interesante ver como otras ideas son bastante actuales y tienen un gran impacto sobre algunas personas.
Han empieza su análisis con una perspectiva de explotados y explotadores. El razonamiento del autor parte de la premisa de que la sociedad moderna se construyó gracias a la lucha de poderes opuestos. El autor pone el ejemplo de las bacterias, los viruses y luego lo traslada a las relaciones de trabajo donde los patrones oprimen a los empleados y estos empleados deben revelarse contra el patrón.
Tengo que reconocer que con ésta lógica el autor perdió mi cariño desde las primeras páginas. Creo que ver las relaciones laborales desde un punto de vista desde el conflicto es contraproducente. Los seres humanos no sólo trabajan porque el sistema los obliga a ello sino que trabajan porque sienten la necesidad de hacer algo y quieren hacerlo lo mejor posible. Creo que las relaciones de trabajo no deberían verse como una lucha sino como una simbiosis donde cada parte gana algo y juntos logran generar un valor que no existía antes.
Con su lógica Han continúa hablando de cómo el individuo asimila el sistema y se empieza a convertir en su propio verdugo. Esto hace que las personas se sientan cansadas, infelices e inútiles por no cumplir con sus propias expectativas. Esto hace que en la sociedad actual la tristeza sea predominante porque en vez de ser oprimidos por un sistema y un patrón somos oprimidos por nosotros mismos y nuestras propias aspiraciones.
«A la sociedad disciplinaria todavía la rige el no. Su negatividad genera locos y criminales. La sociedad del rendimiento, por el contrario, produce depresivos y fracasados»
Es desde ésta lógica que el autor deduce que en una sociedad así el ser humano está predispuesto a generar todo tipo de enfermedades mentales. Es desde aquí que saca la conclusión de que éste tipo de enfermedades son clásicas del siglo XXI. Aquí tengo que pararme con los brazos en alto. Las enfermedades mentales acompañaron al ser humano a lo largo de toda la historia, es sabido que en el año 800 los persas tenían hospitales donde cuidaban a los «locos». Que la sociedad occidental le haya empezado a prestar más atención a éste tipo de enfermedades en el siglo XX y XXI es una realidad diferente y creo que asegurar que «son enfermedades típicas del siglo XXI» es una irresponsabilidad del autor.
Además Han vuelve a utilizar su lógica de oprimidos y opresores para hablar de como en el siglo XXI nosotros trabajamos y nos esforzamos sólo porque estamos oprimidos por un sistema. Creo que ésto no sólo es un error sino que desconoce que las personas tienen más motivaciones aparte de «cumplir con ciertas exigencias». Vivimos en un mundo donde gracias a la tecnología actual muchas personas pueden vivir de forma independiente. Es en ésta época donde el trabajo freelancer se volvió más importante y siento que decir que éstas personas están oprimidas por un sistema que asimilaron como suyo es un error.
Para hablar con más propiedad de mi punto de vista quiero levantar la teoría de Elton Mayo. Mayo es conocido como el «Padre de los recursos humanos». En los años 20 realizó una serie de experimentos que buscaba entender ¿que es lo que hace a las personas productivas? Si bien no quiero entrar en detalles, la conclusión de Mayo es que las personas más productivas eran las personas felices. Es este sentimiento de felicidad y de estar «bien» a la hora de trabajar que hace que una persona produzca más y esto se basa a que naturalmente los seres humanos queremos hacer las cosas bien.
«En realidad, lo que enferma no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna.»
Lo lamento por Han pero no estoy para nada de acuerdo con una teoría que ve las relaciones laborales como «oprimidos VS opresores». Esta idea es tan fuerte en la mente del autor que sólo puede ver al ser humano como un ser dominado que actúa por miedo a recibir un castigo. No importa si ese castigo viene de afuera (patrones o sistema) o es impuesto por la misma persona.
A pesar de que es un libro muy pequeño creo que es interesante cómo a lo largo de sus 80 páginas el autor se esfuerza en desmentir teorías anteriores para poder formar sus propias ideas. Eso hace que la lectura sea rápida e interesante y te invite a pensar (que al fin y al cabo es la idea de estos libros).
La sociedad del cansancio es un libro que pone sobre la mesa muchos problemas de la sociedad actual y que nos invita a buscar una solución. Creo que todos deberíamos leerlo porque es un ejercicio interesante entender la forma de pensar de Han mientras hacemos un esfuerzo para interpretarla desde nuestras vivencias personales. Si bien no estoy de acuerdo con su forma de pensar, es un buen libro y lo recomiendo.
Posiblemente las ideas de Han se deban al estilo de vida laboral surcoreano. No es que eso cambie el hecho de que un conflicto de opresores vs oprimidos no sea necesariamente el único motor de cambio, pero si explica su insistencia en dicho tema.
Je, por accidente hemos aprendido un poco mas del autor
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