Si bien hace un tiempo que ando jugando a este peculiar juego de realidad aumentada , fue recién el día de hoy que logré llegar a lvl 8, un nivel que si bien no es el máximo del juego, si es el nivel máximo en el que se mejoran las habilidades y los poderes, a partir de este nivel no hay mejoras (pero si se puede usar el nivel como referencia de la experiencia en el juego que tenga el jugador).
Felicidad!!! #ingress LVL8 pic.twitter.com/2p2dIGJNfd
— Santiago (@Marthisfrost) 9 de junio de 2016
Ahora, el trayecto de lvl 1 a 8 no es fácil y si bien algunas personas lo hacen en un mes a mi me llevo bastante más, más que nada porque no fui de meter ninguna fisura importante (solo al final para apurar la carrera a nivel 8). De todas formas este post es para hablar un poco de lo que fue mi experiencia en este proceso de subida de nivel y de las cosas buenas que tiene el juego.
Para empezar, empecé a jugar Ingress por el anuncio de Pokémon Go. Como muchas personas de mi generación crecí con Pokémon y ver el trailer del juego de realidad aumentada me dejó impactado. Para el momento que lo vi era algo totalmente novedoso, nunca había jugado a un juego de realidad aumentada y la idea ya me endulzó desde el primer segundo.
Ese mismo día decidí bajarme Ingress y empezar a ver como funcionaba el juego, si bien los Iluminados de Uruguay fueron rapidísimos para ofrecerme ayuda con el juego, algunas de las cosas que había que hacer en el mismo me costaron bastante. Me acuerdo que el primer portal que atrapé fue una escuela cerca de casa y en lugar de poner todos los resonadores (como se debería hacer) puse uno y al ver que el portal estaba en verde me sentí suficientemente aliviado como para dejarlo. Obviamente no me costó darme cuenta de como funcionaba el juego cuando un agente de la Resistencia pasó a saludar.
Desde ese momento empecé a dedicarle al juego cada vez más tiempo y en algunos momentos aprovechar los tiempos muertos para jugar. Ingress es un juego que te cambia la forma de ver el mundo (y lo digo literalmente) porque uno empieza a ver «portales» donde antes veía «estatuas» o «plazas», la forma en la que uno se mueve por el mundo te cambia al jugar a Ingress porque es algo novedoso y que al obligarte a estar físicamente presente en un lugar para jugar empiezas a mezclar el mundo virtual con el real.
Otra cosa interesante de Ingress es que es un juego social, si uno llega a lvl 8 eso no cambia nada, para que los portales de una persona sean suficientemente fuertes es necesario que otros agentes los ayuden poniendo resonadores más poderosos. Esto hace que los grupos de jugadores se tengan que juntar y así nacen amistades. La verdad es que mi primera OP fue una cosa increíble, un grupo de personas caminando por Montevideo, luchando contra el frió y el cansancio para capturar portales virtuales.
Ingress es un juego interesante y por más que ahora estoy recién empezando, los proximos retos ya vendrán y se disfrutarán igual que la subida de nivel. Ahora a pintar de verde Uruguay.
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